Jueves, 05 enero 2023
la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a su cuenta de Twitter para lanzar furiosos dardos contra la Corte Suprema y la «insólita conexión» con el intento de magnicidio que sufrió en septiembre del año pasado.
La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a denunciar la resistencia de los tribunales de Comodoro Py a investigar el intento de magnicidio en su contra, en un mensaje por Twitter al que adjuntó una nota de Página 12 publicada bajo el título «La insólita conexión de Silvio Robles, la mano derecha de Horacio Rosatti, con el atentado a CFK».
«¿Entendés por qué en Comodoro Py no se investiga a fondo el intento de magnicidio?», preguntó Cristina Fernández de Kirchner en su posteo y agregó: «Impresiona el entramado mafioso, pero como siempre: Todo hace juego con todo».
Robles, funcionario judicial allegado a Rosatti, aparece en conversaciones con el ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, en diferentes chats que se difundieron en los últimos días, que provocaron el pedido de licencia del funcionario de CABA, en los que combinaban tácticas para que el Gobierno porteño use ante el máximo tribunal en la causa por el reparto de fondos de la coparticipación.
A raíz de eso, Robles fue denunciado por el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, y se abrió una causa federal en esa provincia.
La nota replicada por la vicepresidenta, firmada por el periodista Raúl Kollman, sostiene que Gastón Marano, defensor de Gabriel Carrizo (procesado como partícipe secundario del intento de magnicidio) y exasesor de Juntos por el Cambio en la Bicameral de Inteligencia, denunció luego a Robles en Comodoro Py por «negociaciones incompatibles».
La nota periodística manifestó que esa «movida busca traer a los tribunales macristas de Buenos Aires la causa que avanza con un juez santiagueño».
Asimismo, amplía que «la movida del letrado Gastón Marano objetivamente termina jugando a favor de Silvio Robles porque le disputa la causa judicial al juez federal de Santiago del Estero Guillermo Molinari, quien arrancó con todo: le pidió a Robles que deposite su celular en una secretaría de la Corte Suprema para luego chequear los mensajes que intercambió con el ministro de Justicia porteño, Marcelo D’Alessandro«.