Lunes, 13 febrero 2023
Un informe privado destaca ninguna de las 19 economías regionales relevadas está en crecimiento y con buenas perspectivas. Impactan fuerte la sequía, las heladas y el granizo, pero también los bajos precios y fuerte suba de costos. Trece actividades vitales en las provincias con signos de crisis.
Los datos corresponden a diciembre de 2022 pero se conocieron en los últimos días. De todas maneras, cuando se incorporen al análisis los datos de enero y lo que va de febrero, lejos de mejorar el panorama, probablemente, en muchos casos empeore aún más.
El área de Economía de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), lleva adelante en forma regular un relevamiento sobre la situación de casi dos decenas de cultivos, determinando lo que se conoce como “Semáforo de Economías Regionales”. Con estos datos la entidad busca «simplificar la complejidad y heterogeneidad de la producción en el campo hacia una herramienta visual de análisis», que además le sirva a los productores para hacer un seguimiento de los indicadores clave.
Coningro es una entidad agropecuaria de segundo grado, que además integra desde sus inicios la llamada Mesa de Enlace junto a la Sociedad Rural, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Federación Agraria Argentina (FAA), y representa al segmento cooperativo de la actividad, clave en la economía de muchas provincias.
Esta vez el dato saliente del informe es que ninguno de los 19 sectores productivos muestra un panorama positivo. En el resumen se observa que hay once sectores con signos de crisis, y dos de ellos (bovinos, peras y manzanas) ya atraviesan una crisis de proporciones de acuerdo al estudio.

Viento de frente
En el sector bovino se registra una «tormenta perfecta» con costos en alza, precios estancados y problemas de sequía regionales. Por su parte, las frutas de pepita (peras y manzana) hay «muy poca producción», sin perspectivas positivas y con una demanda externa «deprimida».
Por su parte, se observan signos de crisis en algodón y arroz, ambos con menor producción y problemas derivados del clima. Los granos tuvieron un arranque positivo por la buena campaña 2021/22 pero por la sequía las perspectivas son malas, empezando por una cosecha fina (trigo y cebada) que cayó de manera muy importante esta campaña.
Juan Salvay, consejero de Coninagro en Córdoba, y productor de granos señaló: “Venimos de un tercer año con La Niña, entonces comenzamos sembrando una fina con poco perfil de agua, el cultivo se fue desarrollando bien, con algunas lluvias intermedias, pero después las heladas tanto tempranas como tardías hicieron que fracasara la cosecha fina, especialmente el trigo, reportando pérdidas de entre el 50/70%”, recordó.

En cuanto a la campaña gruesa de maíz y soja «estuvo impactada por la sequía, con poca humedad, en los primeros cultivos no hubo solo falta de agua, sino también temperaturas superiores a las normales y esto afectó a la flor y polinización del maíz, al desarrollo del maíz y de la soja, con grandes daños, los maíces con buen paquete tecnológico estimamos estarán entre el 50% del rinde estimado”, detalló Salvay.
Los cítricos dulces (naranja, mandarina, pomelo), registran una menor calidad de la fruta en el NEA, aunque por menor oferta los precios se acomodaron al alza.
«Venimos de 3 años muy complicados, con un déficit hídrico muy marcado en la provincia. Esa falta de agua se está notando fuerte, para ejemplificar, en la zona centro sur de Corrientes en el 2022 llovió un 47% menos que la media normal. No reponer esa falta de agua nos ha llevado a una crisis en todas las actividades productivas”, señaló el productor citrícola Nicolás Carlino, consejero de Coninagro y presidente de Fedecoop, con fuerte presencia en el litorial.
Viñedos afectados
«Muy malas perspectivas productivas por heladas y granizos», tendrán el vino y el mosto, según el informe de Coninagro. Ya es una situación bien conocida en Mendoza con productores que están al borde de la bancarrota.

La yerba mate también tiene un panorama complejo, lo mismo que el sector porcino, al que «los números no le cierran por ningún lado, para productores formales», indicó Coninagro.
En las producciones de miel, los precios están «por el piso», y además los productores están afrontando elevados costos por menor floración. En cuanto al maní el problema está en la demanda del mercado interno, que «no levanta», mientras que los productores ovinos también tienen costos importantes.
Situaciones similares con clima, ola de calor, precios y costos se observan en otras producciones, donde hay advertencias respecto de las posibilidades de producción. Es el caso de los sectores avícola, forestal, hortalizas, mandioca, papa y tabaco.