Jueves, 13 de Febrero 2025
Aceptó una condena de 14 años como organizador del polirrubro delictivo de Máximo Ariel Cantero, fundador histórico de Los Monos. Su teléfono pinchado, que usaba en la cárcel de Coronda, aportó un cúmulo de evidencias en la causa. Ya tenía una sentencia de 16 años por un crimen en Villa Banana
Nelson “Pandu” Aguirre, un recluso ligado a la narcocriminalidad en el oeste rosarino, acordó este miércoles una condena de 14 años de prisión tras aceptar su participación en una estructura criminal comandada por Máximo Ariel «Viejo» Cantero –fundador histórico de Los Monos–, con operatoria en Villa Banana, Vía Honda y barrio Triángulo.
La pena impuesta a Pandu, que está preso desde 2015 por una condena a 16 años por homicidio, fue revisada y convalidada por la jueza Valeria Pedrana tras el acuerdo entre el fiscal Franco Carbone y la defensa. El preso ya tenía una sentencia a 16 años por el asesinato de Javier Barquilla, un hombre vinculado con la organización social y política Comunidad Rebelde, que fue acribillado en Villa Banana hace una década.
En la resolución de este miércoles, a Aguirre se le unificaron las dos condenas por un monto total de 30 años de cárcel.
Pandu ya purgaba una condena a 16 años por un crimen en Villa Banana.
Aguirre reapareció desde el encierro en mayo de 2022 en una investigación encabezada por el fiscal Franco Carbone y la hoy jueza de Cámara Valeria Haurigot, que puso el foco en una estructura delictiva comandada por el Viejo Cantero y su pareja, Bibiana Montero, de la que Pandu fue considerado organizador y uno de sus principales referentes.
La causa seguida a Cantero, a Pandu y a alrededor de 40 imputados versó sobre un polirrubro de delitos, tales como el cobro de extorsiones, narcomenudeo y el manejo espurio de cajas de alimentos destinadas a sectores carenciados, entre otros. Ello sin contar el “servicio” de balaceras por encargo, como los ataques a dos escuelas y estaciones de servicio que arreciaron en la semana previa a las elecciones generales legislativas de noviembre de 2021, cometidos a pedido de Patricia Celestina Contreras, la ex pareja del Viejo Cantero, según reconoció la mujer en juicio abreviado.
La mano derecha de Pandu en la calle era Nazareno “Anteojito” Gauna, quien en enero pasado acordó 18 años y 10 meses de prisión por un voluminoso compendio de causas penales. Entre los roles de Anteojito figuraban el reclutamiento de soldaditos que dispararon contra las escuelas y estaciones de servicio.
Pandu fue considerado jefe de una subestructura que dependía del visto bueno de Cantero, con quien alguna vez compartió pabellón. La Fiscalía señaló que, por el respeto que le profesa, bautizó Máximo a uno de sus hijos, en honor al veterano cabecilla de Los Monos.
Pero, a diferencia del Viejo Cantero, un hombre reacio a hablar por teléfono para no correr riesgos ni revelar sus actividades, Pandu volvió a ser investigado por su incontinencia verbal. De hecho, gran parte de la causa se nutrió de escuchas a su celular pinchado, que utilizaba en la cárcel de Coronda.
Pandu cayó en 2015.
Como aquella tarde del 13 de noviembre de 2021, cuando Pandu se comunicó con quien fuera su principal matón, Nazareno Gauna, y le anunció que el futuro deparaba ganancias jugosas.
“El Ariel me dio semáforo verde para que cobremos todos los negocios a nombre de él. Vamos y vamos. Negocio que no sea del Ariel, negocio que tiene que pagar”, se entusiasmó.
Ese mismo día, Pandu le dijo a Gauna que se presentara en persona en la casa del Viejo Cantero, a quien también llama “el hombre” o “Pelo Duro”.
“Él en este momento está en la casa. Andá a hablar con él, que tiene un montón de trabajo para hacer, para hacer cobranza”, dijo Pandu.
Esa tarde calurosa, Gauna le reportó a Pandu que estaba cerca de la casa de Cantero, en Avellaneda y Uriburu, donde el patriarca de Los Monos terminó detenido en mayo de 2022.
“Golpeale fuerte, puto, porque está atrás en el patio”, le ordenó Pandu.
De esas conversaciones surgió el modismo “cortar el pelo”, que Pandu usó como de segar una vida: “Cortale el pelo al que te diga, cumpa. Vos seguime a mí, guacho, que no te voy a volver millonario, pero vas a vivir bien”.
En otro pasaje, Pandu le habla de su formación delictiva a Naza Gauna: “Sabés cómo es el Viejo, se maneja igual que yo, boludo. Yo tengo la escuela de él. Si hay algo que no me gusta, ya fue”.
Ese mismo día, Pandu entabló una charla con su pareja, Brenda Barboza (también imputada en la asociación ilícita), donde otra vez no pudo con su verborragia.
“¿Por qué tanto glamour? ¿Por qué te dan tantas cosas así?”, le reprochó Brenda al recluso de Coronda, hiperactivo en esos días con sus negocios.
“¿Vos qué te pensás, que me lo gané jugando a la bolita? ¿Quién te pensás que está tirando a las estaciones de servicio, las escuelas y eso? Acá no te dan nada si no es a cambio. Pero yo nunca fui así. Yo di y nunca me dieron nada a cambio. Yo nunca me fijé en nadie, siempre fui una persona humilde, me conformé con lo que tuve”, reflexionó Pandu, sin imaginar que tenía el teléfono pinchado.
Dentro de la condena acordada, Aguirre también aceptó haber instigado otros dos hechos: una serie de extorsiones a una familia que el 13 de noviembre de 2021 pagó a su banda la suma de 39 mil pesos a cambio de que no ataquen a tiros su domicilio; y un ataque a tiros a un búnker de Cerrillos al 3800 que se perpetró el 4 de diciembre de 2021, donde un ocasional cliente resultó herido.
La balacera al punto de venta de droga, según la teoría del caso, tenía por objetivo intimidar a quien manejaba el lugar para que saldara una deuda económica que tenía con “El Viejo” Cantero y su pareja Bibiana Rosa Montero. Se presume que por ese ataque, Pandu ofreció 100 mil pesos.
Otros condenados
La jueza Valeria Pedrana también homologó un juicio abreviado para otros integrantes de la estructura delictiva encabezada por Cantero y organizada por Aguirre. Se trata de Alejandro Iván “Pochito” Martínez, Tamara Josefa “Gorda Tamara” Martínez y Gastón Humberto “Cara de papa” Figueredo.
A Alejandro Martínez le dieron 4 años de prisión por tener como rol el de la venta de droga al menudeo para la banda y gestionar la compraventa de vehículos que eran utilizados para balaceras y homicidios. Dentro de la pena se incluyó haber participado en una usurpación en barrio Plata, en una propiedad que después fue vendida.
A Tamara Martínez le atribuyeron lo mismo que a Alejandro Martínez, pero en su caso se agregó también que se encargaba de entregar y esconder las armas de fuego de la organización, por lo que recibió 5 años y 6 meses de prisión.
Por su parte, a Figueredo –cuyo audio a su hermana piquetera fue reproducido en De 12 a 14 (El Tres)– le dieron 4 años de cárcel por comercializar droga dentro de la cárcel de Coronda y por haber oficiado de enlace de Pandu Aguirre con otros eslabones.