Miercoles, 13 noviembre 2023
El club de Arroyito informó a través de sus redes sociales que ya no quedan entradas para el partido del próximo sábado. Central va por todo
Fue una verguenza la cantidad que le asignaron, no interpretaron la grandeza del club de arroyito-

Central convocó a cerca de 25 mil hinchas en el Mario Alberto Kempes en el encuentro ante River.
Central comienzó a las 12 del mediodía la venta anticipada de entradas populares y plateas para la gran final que se disputará el sábado ante Platense y apenas media hora después ya estaban agotadas. La transacción fue de manera online a través de la plataforma Deportick.
Como se contó, con el fin de que todo sea ordenado las entradas serán numeradas. Y en cuanto a los precios para los socios, las populares tenían un valor de $10.000 y las plateas $20.000. En caso de que los no socios puedan comprar alguna los valores van de $15.000 a $30.000, respectivamente. Un dato a tener en cuenta es que para poder ingresar al estadio los hinchas deberán presentar el DNI físico.
«Cada persona registrada podrá comprar un máximo de 4 entradas. En cada una de las entradas deberá indicarse el nombre, apellido y DNI de cada uno de los asistentes, los cuales deberán, en todos los casos, ser socios del club», informó previamente la entidad auriazul a través de las redes sociales.
Lo que no se hizo oficial es la cantidad de entradas disponibles, aunque se estima que los hinchas de Central dispusieron de 14.200 tickets (9.000 plateas y 5.200 populares atrás de uno de los arcos).
Central está en las puertas de un nuevo título y es “el título” de esta historia que se teje en la previa de un nuevo partido bisagra en la vida del canalla. No hace falta ni mencionarlo, pero la adrenalina que se vive por estos días en Arroyito es prácticamente la misma que hubo hace cinco años, cuando el equipo del Patón Edgardo Bauza batalló como pudo, quizá sin lucir demasiado, pero de la mano de un convencimiento de que el sueño era posible. Esta vez le toca a Miguel Angel Russo y sus muchachos ir por el paso final que los deposite en ese terreno luminoso, que encandila, el de una vuelta olímpica.
