Lunes, 09 enero 2023
Al mediodía se iniciará el proceso contra el único acusado del ataque terrorista de 2017, para quien se pide pena de muerte. Familiares de las víctimas participan de la audiencia
Este lunes, a las diez de la mañana (las doce del mediodía en la Argentina), comienza en Nueva York el juicio contra Sayfullo Habibullaevic Saipov, quien el 31 de octubre de 2017 cometió el atentado terrorista más importante en Estados Unidos desde el 11 de septiembre de 2001. En ese hecho murieron ocho personas, entre ellos cinco amigos rosarinos que habían viajado al país del norte para celebrar los 30 años de egresados del Instituto Politécnico. El esperado inicio del proceso judicial fue confirmado por el abogado Juan Félix Marteau, que representa a familiares de Hernán Mendoza, una de las víctimas.
El letrado habló con periodista desde el mismísimo lugar del atentado, una ciclovía ubicada al sur de la isla de Manhattan, donde este domingo por la tarde se encontraba realizando una reconstrucción del hecho (privada, no como medida judicial), a pocas horas de que se le dé apertura formal al juicio por jurados en el Tribunal Federal de Distrito de Manhatan en Nueva York. Marteau no está solo: según refirió, viajaron a la ciudad norteamericana “todos los familiares de las víctimas y las personas que sobrevivieron al ataque para participar de la primera audiencia judicial”.
En la oportunidad compartirán sala _por primera vez_ con el acusado, ya que está prevista su presencia en la corte. Saipov es un inmigrante de origen uzbeco, detenido por la Policía poco después del ataque que a sus 29 años protagonizó a bordo de un camión (una táctica terrorista que se conoce como truck attack). En este caso, el vehículo fue arrojado sobre una multitud de ciclistas y peatones que paseaban por el Lower Manhattan durante el día de Halloween, lo que produjo como consecuencia más de una docena de heridos y ocho víctimas fatales: dos ciudadanos norteamericanos, una turista belga y los rosarinos Hernán Mendoza, Diego Angelini, Alejandro Pagnucco, Ariel Erlij y Hernán Ferruchi, amigos y ex compañeros del Poli (Instituto Politécnico Superior General San Martín, dependiente de la UNR). Habían viajado especialmente para celebrar los 30 años de egresados.
Sus familiares van a permanecer en Nueva York por lo menos durante las próximas dos semanas para trámites relacionados con el juicio, reveló el abogado Marteau, quien actúa en defensa de los intereses de la viuda de Mendoza, Ana Evans, y sus tres hijos. Por primera vez podrán visualizar en directo al imputado justo en el momento en el que se le presenten los cargos. Tras la embestida de octubre de 2017 con un camión alquilado, el hombre oriundo de Uzbekistán (país de Asia Central) gritó “Allahu akbar”, lo que en árabe significa “Dios es grande”. Dijo que para cometer los crímenes se inspiró en videos del Estado Islámico que había visto en su celular. Lo representan defensores oficiales.
“Todavía no sabemos la extensión exacta del juicio, pero sí que durará algunas semanas. En el primer semestre de 2023 tendremos un resultado”, continuó el letrado argentino, experto en prevención de lavado de activos y financiación del terrorismo. Ese resultado al que alude tiene una peculiaridad, y es la posibilidad de que Saipov enfrente la pena capital. “La expectativa es que sea condenado a la pena de muerte, como ya fue solicitado por la Fiscalía”, confirmó Marteau.
Esta sanción que no existe en la legislación local fue planteada por el fiscal general Merrick Garland, ya que en Estados Unidos a su vez la normativa no contempla la figura del querellante (las víctimas y sus deudos le hacen llegar a los fiscales sus planteos).
En concreto, lo que sucederá la mañana de este lunes en el tribunal neoyorquino es la presentación de los cargos de homicidios y lesiones, además del delito de soporte material a una organización terrorista previamente designada (en este caso ISIS), un tipo penal que tampoco reconoce la ley argentina. El próximo trámite consiste en la declaración de los testigos directos del hecho. Lo harán frente a un jurado constituido por 12 personas, que demoró dos meses y medio en constituirse. De hecho el juicio mismo tardó cinco años en comenzar, con la pandemia de coronavirus como uno de los factores que influyeron en la demora. El caso está a cargo del juez Vernon S. Broderick.
Más allá de la expectativa de los familiares y amigos de las víctimas, e incluso de la comunidad de la escuela a la que concurrieron en la adolescencia, donde el último 31 de octubre les rindieron un homenaje en un acto muy concurrido, el proceso no pasa desapercibido en Estados Unidos, donde lo califican como el primer juicio federal de pena de muerte de la era del presidente Joe Biden (Partido Demócrata). Biden, que el próximo 20 de enero cumplirá dos años como primer mandatario, había hecho campaña contra la pena capital.
Según el periodista especializado Benjamin Weiser, “los juicios federales por pena de muerte han sido relativamente raros, especialmente en Manhattan. Las últimas ejecuciones en casos federales de pena de muerte en Manhattan ocurrieron en la década de 1950, sobre todo las de Julius y Ethel Rosenberg por espionaje”, en referencia al matrimonio ejecutado en la silla eléctrica en 1953. En un artículo publicado en el diario New York Times, Weiser recuerda que las ejecuciones federales se detuvieron durante casi dos décadas, hasta que la administración de Donald Trump ejecutó a 13 personas en los últimos seis meses de su mandato. Actualmente hay 44 prisioneros federales condenados a muerte, según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte (Death Penalty Information Center).
Por lo pronto, deben transcurrir las audiencias en las que se analizará la responsabilidad de Saipov en la tragedia de la tarde del 31 de octubre de 2017, donde él mismo fue baleado antes de lo que lo arrestaran. Si el jurado lo encuentra culpable, puede condenarlo a cadena perpetua o a ser ejecutado (para lo cual se requiere unanimidad).
El Poli pide justicia
Desde la gestión del Politécnico, su director Juan Farina, destacó la importancia del juicio y la expectativa con la que sigue el caso toda la comunidad educativa de la escuela secundaria, desde donde todos los años se rinde homenaje a las víctimas y sobrevivientes. «Esta casa de estudios y su gente es una gran contención para familiares y sobrevivientes por el fuerte grado de pertenencia que genera el Poli. Y, como en cada aniversario de la tragedia, vamos a seguir reclamando justicia y poniendo en valor la vida y la paz, por sobre todo», dijo Farina.
Los fallecidos integraban una comitiva de ex alumnos que habían decidido meses antes del viaje festejar el aniversario Nº 30 de su egreso de la emblemática institución de Pellegrini y Ayacucho.