Miercoles, 04 enero 2023
Alejandro Muñoz brindó su testimonio durante la tercera audiencia del juicio y dijo que vio «cómo se turnaban» los rugbiers para pegarle a Fernando.
Alejandro Muñoz, jefe del área de seguridad del boliche Le Brique cuando mataron a Fernando Báez Sosa, declaró este miércoles en el juicio contra los ocho rugbiers acusados y se quebró al momento de recordar la feroz golpiza que recibió el joven.
«Nunca vi nada igual, era saña. Hace veinte que trabajo de esto y nunca vi nada igual, todo patadas», expresó el patovica, quien brindó su testimonio este mediodía, tras un cuarto intermedio en el debate oral y público por la muerte de Fernando Báez Sosa.
En este marco, contó que estuvo «cuatro días sin dormir» por el hecho y recordó los momentos previos al ataque, cuando sacó del cuello a Máximo Thomsen del local. «No pude sacar a Thomsen solo, tuvimos que hacerlo entre dos», detalló sobre la fuerza del agresor.
Además, relató que al instante lo llamaron y salió a la puerta, y ahí vio «cómo se turnaban» los rugbiers para pegarle sobre todo «patadas», incluso después que le dieron la primera «Fernando no se levantó más».
Cómo fue la tercera jornada en el juicio por Fernando Báez Sosa
La declaración del empleado del boliche se sumó este miércoles a la de varios amigos de Fernando Báez Sosa, quienes fueron testigos de la brutal agresión la madrugada del asesinato.
En su relato, Luciano Bonamaison aseguró que Thomsen le pegó a la víctima fatal una patada, «con odio, brutalidad y con intención de matar«, luego de haber sido expulsados del boliche Le Brique, de Villa Gesell.
El testigo habló de una «emboscada» hacia ellos, aunque resaltó que los rugbiers buscaban alguien en particular: «a Fernando, ellos querían atacarlo a él».
Caso Báez Sosa: amigos de la víctima y su suegro declararon en la segunda audiencia (Foto: NA).
«¿Reconocés a otras personas como agresores de Fernando?», le consultó el fiscal Juan Manuel Dávila: «no», dijo Bonamaison, pero sí aclaró que el grupo de rugbiers arengaban «vamos, vamos negro de mierda».
Tras el ataque y caer Fernando, recordó que «una chica le hizo reanimación cardio vascular» y se llamó a una ambulancia. Bonamaison dijo que «no podía creer» lo que había pasado con su amigo y que tras el ataque quedó en «estado de shock».
Luego fue Juan Manuel Pereyra Rosas, otro amigo de Báez Sosa, quien aseveró que en la calle a él le pegaron, aunque no sabe quién. En cambio, el joven identificó a la personas que le pegó dentro del boliche Le Brique: Luciano Pertossi.