Viernes, 20 de diciembre de 2024
Daniel González se presentó ante la fiscalía de Entre Ríos. Tenía una orden de requisa vigente, por lo que las autoridades se quedaron con su teléfono. Los investigadores sospechan que dos sociedades, que están a su nombre, le pertenecen al exlegislador.
El fiscal José Arias, que investiga a Edgardo Kueider en una causa por enriquecimiento ilícito en Entre Ríos, secuestró el celular de Daniel González, socio del exsenador en la empresa Betail y dueño de la camioneta en la que fue detenido en Paraguay con más de US$200.000 sin poder justificar.
González se presentó ante las autoridades después de que la Justicia lo buscara por diferentes domicilios de Entre Ríos y la provincia de Buenos Aires, sin poder dar con su paradero. Además de ser socio de Kueider en la empresa Betail, este hombre es dueño de la camioneta en la que fue detenido el exsenador con su secretaria Iara Guilsen Costa, que dijo ser la “dueña” del dinero en dólares.
La Justicia tiene en la mira a González, que es empleado de la Biblioteca del Congreso y un posible testaferro del exsenador. Ambos comparten la titularidad de la empresa Betail, que el fiscal Arias ya confirmó que compró los departamentos 13 “A”, 6 “D” y 6 “E” del complejo “Live”, en Paraná, Entre Ríos. La Justicia logró acceder a los boletos de compra venta de las unidades y confirmó que fueron adquiridos por esta compañía.
La Justicia secuestró el celular del socio de Edgardo Kueider
Según pudo saber el periodista, los documentos de compraventa se confeccionaron en agosto de 2021 por los siguientes montos: en el boleto correspondiente al 13 “A” se colocó un valor de $10.000.000 que al tipo de cambio de ese momento equivalían a unos US$60.000 (el valor actual de esa unidad oscila los US$320 mil), mientras que para las unidades 6 “D” y “E” se estableció un valor de $6.000.000 y $4.000.000, respectivamente. Estas últimas son unidades que tienen un valor actual de US$150 mil.
En el celular de González podría haber información clave sobre estas unidades y respecto de los fondos que se usaron para poder adquirirlas. En su última declaración jurada de 2021, Kueider dijo tener US$8500 en efectivo, por lo que no está claro de dónde se obtuvo el dinero para adquirirlas.
El exsenador Kueider adeuda las declaraciones juradas de los años 2022 y 2023, por lo que nunca informó ninguno de estos departamentos. De febrero a agosto, las expensas de estas tres unidades, y las de dos cocheras, se emitieron en favor de Betail, pero luego de que los medios de comunicación locales comenzaron a investigar el patrimonio de Kueider, se emitieron en favor de Iara Gilsen Costa, la exsecretaria privada de Kueider, también detenida en Paraguay. La mujer dijo ser la dueña de los US$200.000 con los que ambos fueron arrestados.
La Justicia buscó la escritura de las propiedades, pero el fideicomiso aún no está finalizado, por lo que ni la Administradora Tributaria de Entre Ríos ni el Registro Público de la Propiedad de esa provincia le pudieron confirmar al fiscal Arias a quién pertenece la titularidad de las viviendas. De cualquier modo, al acceder a los boletos de compraventa, el fiscal reunió la información para confirmar la hipótesis inicial: las unidades son de la firma de Kueider.
Pero además podría haber mucha información sobre Betail, una empresa que hasta ahora nadie tiene muy en claro dónde funciona. En los allanamientos en Cerrito 1320 no lograron dar con la firma y lo mismo ocurrió en la calle Ercilla 6288.
La firma Betail es una empresa fundada en 2018 a la que Kueider ingresó el 16 de diciembre de 2019. La firma se dedica a la comercialización de ganado, pero no tendría actividad real.
Con el objetivo de confirmar que González podría ser un testaferro de Kueider, la Justicia también coloca la mira sobre dos sociedades que le pertenecen a este hombre y que los investigadores sospechan que son en realidad del exlegislador. Se trata de Iceler S.A. y Península Sudamerica S.A. De estas empresas también forma parte la abogada Adriana Cecilia Cruccita, a la que se le secuestró un celular la semana pasada en otro de los allanamientos. El fiscal Arias pidió informes sobre estas compañías.
Esta mujer llegó con González a la fiscalía de Entre Ríos. Allí ambos fijaron sus domicilios actuales y se pusieron a disposición de las autoridades.
Para completar la red de posibles testaferros de Kueider, la Justicia colocó la mira sobre Iván Haidar Kueider, hijo del exsenador y dueño junto a su padre de la firma Edekom. La empresa en cuestión se dedica al servicio de consultoría en tecnología de la información como actividad primaria y a la publicidad y procesamiento de datos como actividades secundarias. La compañía fue fundada en diciembre de 2022, según registros a los que accedió el periodista y posee dos domicilios, uno en avenida Belgrano al 1200 y otro en Cerrito 1320. A ambos llegó la Gendarmería, en busca de documentos y elementos electrónicos de utilidad para el caso, pero se confirmó lo que se preveía: la compañía en cuestión no funciona allí.