Lunes, 03 abril 2023
La Ciudad ve llegar el final y Soledad Acuña es la próxima en bajarse. Elisa Carrió criticó al ministro de Gobierno a través de un legislador y terminó jugando en contra de su candidato Quirós. El factor Mauricio Macri para que Rodríguez Larreta rompa con Lousteau y no ponga en peligro su proyecto.
La interna de la Ciudad empieza a ver la luz al final. La ansiedad le jugó una mala pasada a la política y se empiezan a ordenar los factores antes de tiempo. El heredero de Horacio Rodríguez Larreta sigue siendo parte de la exigencia de Mauricio Macri y es Jorge, su primo. «No hay espacio, tiempo ni energías para otra cosa, es el mejor, mide la marca, el apellido y la gestión, tema terminado», definen en las oficinas del expresidente.
Un tuit de Facundo Del Gaiso, diputado porteño que responde a Elisa Carrió, terminó siendo peor que el tiro por la culata para la chaqueña que atraviesa días difíciles con muchas críticas interna por sus formas destructivas para dentro del espacio. Desde la Coalición Civica se intenta plantear que Jorge Macri, por haber vivido en Vicente Lopez, donde fue intendente y fundador del PRO, no debería ser candidato en CABA. Llegará el escarmiento y la definición en menos de veinte días, y Macri sabe que no será él quien se baje. Ya le dijo a Larreta que lo mejor es que se baje primero Quirós para descomprimir y después Soledad Acuña.
Carrió no dimensionó lo que generó una pequeña jugada de un mínimo jugador, como lo es Del Gaiso, de bajo perfil y autor del proyecto para declarar el «Día del Charanguista» el 21 de septiembre, viene de tener un cargo en la Auditoría General de la Nación durante seis años. Si Jorge Macri debería presentarse en el Tribunal Superior para explicar su condición de «bonaerense», se desencadenaría un problema colosal para muchos, empezando por Emmanuel Ferrario, a cargo de la Legislatura y exprecandidato a jefe de Gobierno que representa porteños siendo nativo de Rojas, provincia de Buenos Aires.
Para peor, Carrió había dicho ya que si no apoyaba a Fernán Quirós, iría con otro candidato que tenga la luz y el humanismo y la decencia del médico. En las oficinas de Uspallata fue tomado como una amenaza y cayó más que mal. Jorge Macri no sólo es ministro de Gobierno, es también primo de Mauricio Macri y ministro de Horacio Rodríguez Larreta, por lo que el juego de Carrió es peligroso por donde se lo mire.
«Fernán Quirós contó este fin de semana en una entrevista que vive en San Fernando, supongo que irá a disputarle la interna a Diego Santilli, mal no le viene porque no levanta», dijo entre risas uno de los arquitectos de campaña de Jorge Macri. Lo cierto es que así como Macri vivió en Vicente López y Quirós en San Fernando, los casos se cuentan de a decenas, empezando por Mauricio Macri, un tandilense que fue jefe de Gobierno, o Fernando de La Rúa desde Cordoba a la Capital.
El tema de nacimiento y candidatura es transversal, basta con recordar el diputado santacruceño por Buenos Aires, Néstor Kirchner, ni hablar de Cristina Fernández de Kirchner, una platense senadora por Santa Cruz o de su hijo Máximo, quien de Rio Gallegos a las tierras de Kicillof sin escala.
Jorge Macri tiene pensado terminar con la interna a fin de mes, con Maria Eugenia Vidal ya bajada del proyecto presidencial, con un peso específico en los porteños dando opiniones y jugando en el distrito que la vio nacer políticamente.
Mauricio Macri fue contundente, seco y tajante: será Jorge Macri o habrá un conflicto en el espacio. Lo sabe Horacio Rodríguez Larreta que lo único que precisa ahora es falta de ruido interno. Deberá entonces el actual jefe de Gobierno disciplinar a Carrió, menudo desafío para un dirigente que hizo y hace del perfil bajo y la serenidad, un estilo de conducción.
Así entonces, Jorge Macri chequeó el ataque de Carrió con su primo, con el que habla todos los días, y no hubo ni siquiera análisis del otro lado. Pirotecnia propia de una dirigente que, dada su imposibilidad de tener el alcance nacional que supo tener, busca un relieve local que le permita posicionar legisladores porteños. Viejos vicios de la nueva política.