Lunes, 16 enero 2023
La tercera semana del proceso empieza con una audiencia cargada de testimonios. El miércoles, justo para el aniversario de la muerte de Fernando Báez Sosa, se espera que declaren los familiares de los imputados.
La noche del crimen de Fernando Báez Sosa estaban en Villa Gesell con los ocho acusados. Por eso Pedro Guarino, Alejo Milanesi y Tomás Colazo se reencontrarán este lunes en carácter de testigos en Dolores, en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1, por el homicidio del joven estudiante de abogacía.
Será la primera vez, desde el verano de 2020, que los tres jóvenes de Zárate, que atestiguarán ante la Justicia y los imputados, vuelvan a verse las caras.
La situación de Guarino, Milanesi y Colazo es diferente respecto al crimen. Los primeros fueron detenidos junto a Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23) en la ciudad balnearia, en la casa que alquilaban durante sus vacaciones. Ellos estuvieron investigados y en prisión en la Unidad Penal N° 6 de Dolores hasta el 10 de febrero cuando fueron sobreseídos y recuperaron su libertad a pedido de la fiscal de instrucción Verónica Zamboni.
Por qué se sobreseyó a Guarino y Milanesi
Los jóvenes fueron sobreseídos porque las ruedas de reconocimiento en relación a ellos dieron negativo, así como también el resultado de la pericia de ADN sobre a las muestras tomadas de los hisopados y prendas de la víctima en el momento del homicidio.
La pericia scopométrica realizada sobre las zapatillas secuestradas en el allanamiento fiscal tampoco dio positivo, y aunque aparecían registrados en algunos videos del episodio, Guarino y Milanesi fueron ubicados solo en inmediaciones de Le Brique y alejados de la víctima.
“Todo lo cual lleva a esta titular de la acción penal a afirmar que efectivamente Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi, estuvieron en el interior de Le Brique junto al resto de los imputados, que efectivamente salieron del bailable, resultando incluso filmados desde el propio celular de Lucas Pertossi, pero que ello no los ubica directamente en el lugar central en que le dieron muerte a Fernando. Si bien es cierto que Guarino y Milanesi moraban en la misma finca -en Villa Gesell- que los demás, y que todos luego del hecho se retiraron a tal vivienda, no menos cierto es que ello no permite por sí, y por el solo hecho de compartir un espacio físico para residir transitoriamente, afirmar que resultan partícipes del hecho, máxime si se considera que en las prendas de vestir y zapatillas de los mismos no se ha obtenido perfil genético de Fernando Báez Sosa”, reza la instrucción de la causa firmada por Zamboni.
Tomás Colazo, “el 11” que no fue detenido
El de Tomás Colazo será otro testimonio clave de la jornada. Se habló mucho de él como “el número 11” del grupo, pero no fue siquiera detenido.
Colazo conocía a los imputados y estuvo con ellos dentro del boliche bailable Le Brique, también comiendo en Mc Donald’s después del crimen, según los registros de las cámaras de seguridad. Sin embargo, según la instrucción de la causa, “no existen elementos o indicios que permitan ubicarlo en la escena directa de la agresión a Fernando”.