Miércoles, 20 de Noviembre 2024
Las personas que usan anticoagulantes para controlar su ritmo cardiaco no deben esperar que los medicamentos también eviten los declives del pensamiento, sugiere una investigación reciente.
El estudio, presentado el sábado en una reunión de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) en Chicago, es el primer ensayo grande que investiga si los medicamentos anticoagulantes pueden reducir el riesgo de deterioro mental, accidente cerebrovascular o mini accidente cerebrovascular en adultos con fibrilación auricular (FA).
La fibrilación auricular es un latido cardíaco irregular que puede provocar problemas graves, como insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular. También se ha relacionado con el deterioro mental.
«Aunque numerosos estudios observacionales han reportado una asociación entre la fibrilación auricular y el deterioro cognitivo, encontramos que la terapia anticoagulante iniciada en adultos relativamente más jóvenes con fibrilación auricular no redujo este riesgo», señaló la líder del estudio, la Dra. Lena Rivard, profesora asociada de medicina de la Universidad de Montreal.
«Los pacientes deben adherirse a las recomendaciones estándar para la salud cognitiva, lo que incluye adoptar un estilo de vida saludable, participar en actividades que estimulen sus cerebros y mantener una actividad física regular», añadió en un comunicado de prensa de la reunión.
En el estudio, su equipo investigó el medicamento anticoagulante rivaroxabán. A menudo se receta a pacientes mayores de 65 años que corren el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. Esos pacientes incluyen personas que han tenido un accidente cerebrovascular previo, un mini accidente cerebrovascular, presión arterial alta, diabetes o insuficiencia cardíaca.
El nuevo estudio, que incluyó a más de 1,200 adultos, confirma que el riesgo de ACV en los pacientes más jóvenes con FA es pequeño. También es compatible con las pautas de tratamiento actuales.
Los investigadores habían planeado seguir a los participantes, en promedio, hasta por cinco años. Pero el estudio finalizó después de unos tres años y medio, porque la falta de beneficio cognitivo del medicamento era clara.
En promedio, los participantes tenían 53 años de edad. Tenían fibrilación auricular, pero ninguno de los factores de riesgo estándar que requerirían un anticoagulante.
La mitad recibió 15 miligramos (mg) de rivaroxabán al día, los demás recibieron un placebo. Se les realizaron pruebas anuales de habilidades de pensamiento y se les monitoreó para detectar accidentes cerebrovasculares o ataques isquémicos transitorios (AIT), también conocidos como mini accidentes cerebrovasculares.
Después de un promedio de casi cuatro años, el 20% experimentó deterioro mental, accidente cerebrovascular o AIT.
El deterioro cognitivo representó el 91% de este resultado. Se midió en una prueba estándar llamada Evaluación Cognitiva de Montreal, y el deterioro cognitivo se consideró significativo si había una caída de 2 puntos o más.
Uno de cada 200 participantes tuvo una hemorragia grave y menos de 1 de cada 100 (0.8%) tuvo un accidente cerebrovascular cada año.
Los resultados no fueron diferentes entre los que tomaron rivoroxabán y el placebo.
«En la práctica clínica, las personas menores de 65 años con fibrilación auricular tienden a ser tratadas en exceso con terapia anticoagulante, mientras que las personas mayores que tienen indicaciones para la anticoagulación reciben un tratamiento insuficiente», señaló Rivard en un comunicado de prensa de la reunión.
«Nuestro estudio respalda las directrices actuales al confirmar que las personas más jóvenes con FA pero sin otros factores de riesgo de ACV tienen una tasa baja de ACV, y la anticoagulación no es útil para reducir el riesgo de deterioro cognitivo», añadió.
Las investigaciones presentadas en reuniones se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por pares.