Miércoles, 19 de marzo de 2025
Más allá de la clasificación tradicional entre empleo registrado y no registrado del INDEC, aparece un nivel de análisis que se encarga de revisar las condiciones reales de prestación de tareas.
El plan económico del gobierno de Javier Milei parece enfocar la energía en mantener la inflación con tendencia hacia la baja, más allá de las consecuencias que pueda llegar a tener en otros indicadores de la economía. Esta circunstancia se puede vislumbrar a grandes rasgos si se toma en cuenta el impulso muy bajo o casi nulo que destina a la recuperación de rubros como la construcción y la industria; sectores que están entre las principales generadoras de empleo de calidad.
El análisis del tercer trimestre de 2024 que hace el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC) reveló que hay 13,4 millones de personas ocupadas en Argentina y dentro de este grupo, 9,8 millones son asalariados con o sin registración. Desde esta perspectiva se estudia la cantidad de personas que tienen ingresos en el país, pero no se toma en consideración la situación en las cuales se desempeñan.
Para el Instituto Argentina Grande, es necesario explorar las condiciones más allá de la cantidad de ciudadanos que se encuentran empleadas. A partir de esta premisa, presentan un indicador que hasta entonces no era ponderado: el trabajo desprotegido. Según el informe publicado por este organismo político de estudio hay más de 5 millones de argentinos que trabajan en un estado de desprotección; esto representa el 43,9% de los argentinos que generan ingresos.
“Son aquellos que tienen trabajo no registrado, en pequeñas unidades económicas, con trayectorias inestables y bajo capital invertido, más allá de su condición de asalariados o cuentapropistas”, definen los especialistas a este ítem de ponderación. Se trata de personas ocupadas pero que realizan sus tareas “sin aportes, sin estabilidad, sin maquinaria o capital propio para emprender y sin calificación”.
“Estos son los primeros afectados en un escenario de recesión económica”, insisten los analistas del instituto respaldado por el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia de Bueno Aires, Gabriel Katopodis. En su metodología estudian variables de formalidad, estabilidad, calificación, capital, estructura y rama de los datos que surgen de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que elabora el INDEC.
Datos sobre la desprotección
Partiendo del concepto de trabajo desprotegido, el Instituto Argentina Grande informó que este parámetro de estudio se incrementó en la comparación del tercer trimestre de 2023, cuando había llegado a 42,2%, con el tramo similar de 2024, que marcó 43,9%. Estos porcentajes representan un total de 211.000 personas nuevas que prestan tareas sin las correspondientes protecciones legales y de estabilidad laboral.
Otro dato que decidieron resaltar tiene que ver con la evolución de las contrataciones bajo relación de dependencia. “El trabajo privado estable cayó del 39% al 38,6% para el mismo período lo que implica una pérdida en valores absolutos de 58.900 puestos de calidad en relación al año anterior”.
En cuanto al trimestre anterior, la suba de la tasa de desprotección que se revela es del 0,2%. Esto significa una diferencia de 59.000 empleados sin condiciones óptimas que se sumaron en el tercer tramo del 2024. Mientras que el privado pasó del 39,22% al 38,6%; una pérdida de 55.000 puestos.
“Desde el Instituto Argentina Grande consideramos que la desprotección laboral es más amplia que la diferencia que podemos leer entre trabajo asalariado registrado y no registrado. Por eso nos propusimos pedir las condiciones de trabajo reformulando los indicadores a partir de los microdatos que proporciona la EPH”, concluyen los especialistas.