Miércoles, 28 de Agosto 2024
Las lesiones por eventos que podrían evitarse en los hogares constituyen una de las principales causas de mortalidad en la infancia, según la OMS. Qué recomiendan los especialistas
Suele decirse que, con los niños, un descuido puede ser fatal. Y para muestra de ello, las lesiones en los hogares se destacan como una de las principales causas de mortalidad infantil, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según el organismo, los accidentes domésticos provocan aproximadamente 950 mil muertes anuales en menores de 18 años. En los niños de uno a tres años, son responsables del 30% de los fallecimientos, un porcentaje que aumenta al 40% en los niños de cuatro años y se eleva entre el 50% y 60% en aquellos de cinco a 17 años.
En las últimas horas, se vio cómo la influencer y esposa del jugador de la selección Lautaro Martínez, Agustina Gandolfo, sostuvo en el aire un espejo que estaba por caer encima de su hijo Theo, de un año, en un accidente que pudo haber sido gravísimo y la mamá pudo evitar.
Pero lo cierto es que las situaciones de riesgo en que pueden ponerse los niños en los hogares son infinitas a lo largo del día. La buena noticia es que la mayoría se pueden prevenir.
“Son muchas las consultas en guardia por urgencias relacionadas con accidentes domésticos, así que la prevención hogareña es algo central”, comentó la médica pediatra, especialista en adolescencia y orientadora en crianza Evangelina Cueto (MN 120.230). Por eso, para ella, “lo primero que hay que decir es que cualquier padre, madre o cuidador de niños pequeños debería tener hecho y actualizado un curso de RCP para saber actuar ante emergencias de este tipo”.
Cuáles son los diez objetos más peligrosos de la casa
1- Espejos y muebles sin amurar
“Los muebles, como bibliotecas o estantes, y también los espejos tienen que estar siempre amurados a la pared y correctamente chequeado que este amuramiento sea el correcto porque algo que se ve permanentemente es cómo se pueden venir hacia un nene pequeñito que está en plena edad de explorar”, explicó Cueto.
En la mirada de la especialista, “es muy importante que esa exploración sea en un marco seguro y para que esa etapa lógica de los primeros años de la vida se pueda dar sin riesgo, todos los cajones tienen que estar cerrados los muebles amurados y ni hablar, los espejos tienen que estar fijos a la pared”.
2- Hornallas
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) recomiendan que en la cocina, es fundamental vigilar continuamente a los niños, mantener objetos peligrosos fuera de su alcance y cocinar utilizando las hornallas traseras para evitar que puedan alcanzar algo que esté sobre el fuego y volcárselo encima.
Asimismo, para Cueto, una medida extra es cerrar las llaves de paso para que, “si al niño le llama la atención la perilla de la cocina y la abre, asegurarse de que no salga gas”.
3- Escaleras
En este punto, la médica pediatra, secretaria de la Subcomisión de Medios y Comunicación de la SAP y jefa del Hospital de Día Polivalente del Hospital Elizalde Ángela Nakab (MN 68.722) remarcó que “los adultos tienen que tratar de hacer que la casa sea un lugar seguro”.
“Las escaleras son uno de los lugares donde suceden más lesiones por caídas, por lo que siempre que haya escaleras, hay que protegerla con una puerta adecuada con barrotes de modo que los chicos no puedan pasar ninguna extremidad ni la cabeza”, aconsejó la pediatra, quien remarcó que “las barreras de seguridad deben estar en la parte superior y en la parte inferior de las escaleras”.
Al respecto, Cueto sumó que “es importante que los chicos no accedan solos nunca a las escaleras por más habilidades que estén ganando en ese sentido”.
4- Enchufes
Los enchufes y cables eléctricos son otros de los objetos presentes en toda casa que suelen llamar la atención de los más chicos. “Sobre todo, hay riesgo en los bebés y niños pequeños que gatean o juegan en el suelo y pueden verse atraídos por estos objetos”, sostuvo Nakab.
“Por eso hay que poner tapas protectoras o algún mueble pesado, que los chicos no puedan correr para tapar los enchufes”, aconsejó.
Y en relación con esto, “los prolongadores con los enchufes múltiples, también llamados ‘zapatillas’ que en general se dejan en el suelo y son muy atractivos para los chicos, ya que suelen tener botones de colores o luminosos que despiertan curiosidad”, sumó la experta de la SAP.
5- Balcones
“Son otro de los lugares que hay que asegurar con redes, barandas, etc, si hay niños en la casa”, aseguró Cueto.
En este sentido, Nakab destacó que “las ventanas y balcones cuando se vive en pisos altos, o incluso las terrazas, son lugares donde los niños trepan, suben, y muchas veces se mueven más rápido que la mirada del adulto y se pueden asomar y poner en riesgo su vida”.
Por eso, “siempre hay que colocar rejas o mallas de protección, y asegurarse de que tengan un tamaño pequeño donde los chicos no puedan sacar la cabeza ni puedan trepar”. “Las rejas nunca tienen que ser horizontales sino verticales y las mallas que se usan en las redes deben ser rombos de tamaño pequeño”, sumó la pediatra.
6- Remedios y/o productos de limpieza
Constituyen dos de las causas más comunes de intoxicaciones en la infancia. “Los productos de limpieza y medicamentos, con envases atractivos, atraen a los niños pequeños, que muchas veces los ingieren -señaló Nakab-. Entonces hay que guardar todos estos productos en armarios altos y con cerradura en lo posible”.
Al respecto, Cueto sumó que “siempre hay que tener a mano el teléfono del servicio de toxicología de la región donde se vive; en el caso de Buenos Aires, el servicio de Toxicología del Hospital Gutiérrez normalmente figura detrás de todos los productos de limpieza”. “Pero como consejo pediátrico contundente diría que siempre hay que tener en la heladera o en un lugar de mucha accesibilidad el teléfono del servicio de toxicología, el teléfono del Servicio de Urgencia de la prestación de salud con la que cada familia cuente o el 911, para saber a dónde acudir en caso de emergencia”.
7- Control remoto u otro objeto con pilas
Los controles remoto son uno de los elementos riesgosos que más llaman la atención de los chicos. “Pueden acceder a las pilas y a veces sacarlas e ingerirlas, al igual que sucede con algunos juguetes u otros aparatos de la casa que tienen la llamada pila botón, que si un niño se la lleva a la boca y la tragan es un motivo de urgencia médica porque puede generar una úlcera o perforación del órgano interno donde quede apoyada la pila”, alertó Nakab.
8- Bachas y vanitorys
Al igual que sucede con las bibliotecas y espejos, las bachas de los baños, vanitorys y piletas de lavar la ropa son, para Nakab, otros de los elementos de los que los niños pequeños “se pueden colgar, y si no están bien amurados se los vuelcan encima pudiéndose generar un daño”.
Al igual que se dijo antes con las bibliotecas y espejos, las mesas donde se apoyan los televisores son otro de los muebles que tienen que estar muy bien asegurados. De todos modos, “nunca un niño pequeño tiene que estar fuera de la mirada de la mamá, el papá o el cuidador”, insistió la pediatra de la SAP.
9- Elementos cortopunzantes
Objetos como cubiertos o tijeras “no deben dejarse al alcance de los niños pequeños”, alertó Cueto sobre la posibilidad de que “los encuentren en un cajón o arriba de la mesada y puedan alcanzarlos”.
En un descuido de segundos, los pequeños podrían autolesionarse o lastimar a un otro debido a que no saben manipular este tipo de objetos y desconocen el riesgo que implican.
10- El momento del baño
Pese a que suele ser un momento de juego y distensión, el momento del baño, puede volverse riesgoso si no se tienen en cuenta algunas consideraciones, según advirtió Nakab.
“Siempre se debe controlar la temperatura del agua para que el niño no se queme -aconsejó-. Parece algo sencillo, pero muchas veces se introduce al bebé sin haber probado y su delicada piel se puede quemar”.
Y por otro lado, “nunca se debe dejar a un niño pequeño en la bañera solo; los chicos se pueden ahogar en cinco centímetros de agua”, destacó la pediatra, quien sobre el final, y a propósito de ahogamiento recomendó: “No permitir que los chicos jueguen con bolsas de plástico ni con globos rotos o desinflados porque, por un lado, pueden ponerse la bolsa en la cabeza, y por otro, aspirar el globo y ahogarse con el látex”.