Domingo, 02 junio 2024
El texto de la mamá de César y esposa de Emerenciano Sena asegura que sufren una campaña de desprestigio: “Nos hostigan para que nos suicidemos”
Marcela Acuña está detenida, sospechada de haber participado en el femicidio de Cecilia.
A un año del femicidio de Cecilia Strzyzowski, Marcela Acuña, la madre de César y la esposa de Emerenciano Sena, escribió una carta desde la cárcel: “Hay una explícita voluntad de mantenernos hostigados y aislados, a fin de que nos suicidemos”.
En el escrito de dos hojas, que salió a la luz después de que su hijo también rompa el silencio, comenzó relatando sus días en prisión: “09/06/24 se cumple un año que estamos privados de libertad. Aislados, torturados física y psicológicamente hostigados, sin ningún tipo de comunicación con el exterior, incomunicados con suma crueldad, donde se sobrepasa continuamente y diariamente cualquier ley que sea a favor de los que estamos atravesando este cautiverio, que de manera digitada desde el poder político, evitan que pueda abrazar a mi hijo y compañero (César – Emerecenciano)”.
En uno de los tramos, también acusó al gobernador de Chaco, Leandro Zdero, y a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, de utilizar un caso “policial” para “estigmatizarlos”. “No solo es triste y doloroso estar presa siendo inocente, sino que al pensar lo que están haciendo mientras arman y gobiernan con esta causa policial es doblemente triste”, escribió.
“Nadie más que nosotros quiere justicia, no solo en el ´caso´ que nos tiene presos indebidamente, sino también en que dejen de privarle la alimentación a niños y adultos que comían solo en comedores y que hoy están abandonados”, señaló en la primera y única mención que hizo sobre el femicidio.
En uno de los últimos párrafos, dijo: “Pasó un año de nuestra detención y la impunidad sigue, indudablemente es normal para determinados poderes tener personas inocentes presas. No es normal. Cómo y por qué estamos presos es una degradación de lo humano y obviamente transitamos una INJUSTICIA que no se analiza. Hay poderes que quieren que sea normal lo que atravesamos, en una lógica parecida a lo que pasó con Santiago Maldonado, culpándolo a él de su muerte cuando en realidad fue asesinado”, comparó.
En un tomo similar, sumó: “Hay un prejuicio social, de parte de la sociedad, basado en la ignorancia, sobre nuestras detenciones, pero si hay algo que no perdí es la fe y mis sentimientos de amor y solidaridad, me veo en Cristo, acusado y crucificado injustamente; en Ernesto Guevera, fusilado por sus ideas y lo que significaba; me veo en María madre de Dios, quien vio y sufrió el padecimiento y la humillación de su hijo cargando la cruz y después crucificado. Cómo no verme en ellos, entre tanta injusticia e hipocresía por parte del poder político, que reina con la mentira y la crueldad. ¡Dios se apiade de ellos!”.
La carta la cerró con su firma, su número de documento y una despedida particular: “Con la ternura de siempre, a un año de impunidad”.
Del viaje soñado a la desaparición: cómo fue el crimen de Cecilia Strzyzowski
Cecilia Strzyzowski desapareció el 1 de junio del 2023. La joven de 28 años tenía planeado viajar al sur con su pareja. Sin embargo, todo era un engaño por parte de César Sena y su mamá Marcela Acuña, quienes habrían armado un plan macabro para deshacerse de ella.
Esa noche, César la llevó hasta un hotel donde se quedaron a dormir. A las 9:16 del 2 de junio, las cámaras de seguridad registraron a Cecilia ingresando a la casa de sus suegros, ubicada en la calle Santa María de Oro 1460. En su mano tenía una valija negra que le había dado su abuela. Detrás de ella entró su exesposo.
Lo que sucedió a partir de ese momento se convirtió en un enigma, porque las cámaras no captaron nunca su salida. Según los investigadores, la joven fue asesinada -posiblemente estrangulada- entre las 12:13 y las 13:01 de ese mismo día en una de las habitaciones de la casa.
Después de la trágica desaparición de Cecilia, la reconstrucción por parte de la fiscalía señala que su cuerpo habría sido transportado por José Gustavo Obregón, que era colaborador de la familia Sena, junto a César Sena.
El cuerpo, envuelto en una frazada, fue llevado en una camioneta Toyota Hilux hasta la chanchería propiedad de los principales imputados. En este lugar, se especula que su cuerpo fue calcinado. Pero los restos de Cecilia no terminaron ahí, sino que habrían sido esparcidos en diversos lugares, incluyendo las orillas del Río Tragadero.