Martes, 10 enero 2023
La urgente internación por un cuadro de dolor abdominal amenaza con extender aún más la estancia del expresidente en Orlando y eso le genera un gran dolor de cabeza al mandatario norteamericano.
Joe Biden comenzó a mirar de reojo la incómoda presencia de Jair Bolsonaro en la Florida. Mientras el gobierno brasileño habló este lunes por primera vez sobre la posibilidad de pedir su extradición, la estancia del expresidente en la ciudad de Orlando amenaza con extenderse más de la cuenta y generar una inesperada tensión en la Casa Blanca.
Su urgente internación de este lunes por un cuadro de fuerte dolor abdominal abrió un interrogante sobre la extensión del viaje del exmandatario al corazón del estado republicano iniciado dos días antes de la toma de posesión de Luiz Lula da Silva. El flamante presidente brasileño considera a Bolsonaro el responsable ideológico del frustrado intento de golpe.
“Su presencia en Florida probablemente ya es un dolor de cabeza para Biden”, dijo la subdirectora para América Latina y el Caribe del Crisis Group, la analista colombiana Renata Segura.
Varios congresistas demócratas exigieron la salida de Jair Bolsonaro del país
La elección de la Florida no es casualidad. El estado es gobernado por un dirigente del ala dura republicana, Ron DeSantis. Pero además es el lugar de residencia de su “mentor” político, el expresidente estadounidense Donald Trump.
Tras el intento golpista del domingo en Brasilia, varios congresistas demócratas exigieron a Biden que expulse a Bolsonaro del país.
”Estados Unidos debe dejar de otorgar refugio a Bolsonaro en Florida”, dijo en sus redes sociales la congresista demócrata por Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez. A su pedido se sumó su par texano Joaquín Castro: “Bolsonaro no debe recibir refugio en Florida, donde se ha estado escondiendo de la rendición de cuentas por sus crímenes”, afirmó.
Pero hubo más reclamos. El congresista de California Mark Takano fue tajante: “A Jair Bolsonaro no se le debería permitir refugiarse en Estados Unidos”.
Biden se ha mantenido en silencio sobre la presencia de Bolsonaro en la Florida, aunque respaldo a Lula de forma “inquebrantable” y lo invitó a visitar la Casa Blanca en febrero.
El gobierno de Lula sugirió que Estados Unidos podría expulsar a Bolsonaro
Desde Brasilia, el ministro brasileño de Justicia, Flavio Dino, dijo que por ahora el gobierno no tiene elementos para pedir la extradición de Bolsonaro, pero no lo descartó para el futuro. “Todo es posible en la vida”, dijo.
Sin embargo, Dino le envió un mensaje a Biden. ”En cuanto a que se le expulse de Estados Unidos, es un asunto de soberanía de ellos. Ellos pueden evaluar la conveniencia de la permanencia de un ciudadano en su territorio”, señaló, en lo que en Brasil fue leído como una invitación a Washington a que le dé salida al expresidente.
La Casa Blanca se mantiene expectante. El consejero de Seguridad, Jake Sullivan, afirmó que Washington no tiene “contacto directo” con Bolsonaro y afirmó que el gobierno de Lula no pidió el regreso del exmandatario. ”Si recibiéramos dicha solicitud, lo abordaríamos de forma seria, como siempre hacemos”, dijo Sullivan en México, donde acompañó la visita oficial de Biden a ese país.
Para la analista Renata Segura, “la administración de Estados Unidos podría revocar la visa del expresidente, algo que por ahora no se ha discutido públicamente”.
Cómo podría impactar en los republicanos un pedido de extradición de Brasil contra Jair Bolsonaro
En su diálogo con periodista, Segura dijo que un eventual pedido de extradición desde Brasilia impactará también en el partido Republicano. “Una solicitud de este tipo seguramente generará revuelo entre los Republicanos, quienes podrían oponerse a que Estados Unidos facilite un juicio por naturaleza político”, afirmó.
“Será interesante ver cómo responde la administración Demócrata, que hasta hace poco buscaba no generar revuelo dentro de los votantes latinos en Florida en su búsqueda de ganar las elecciones en ese estado. Después de la estruendosa derrota para el partido Demócrata en las elecciones de noviembre, es posible que el cálculo político haya cambiado, y esta será la primera prueba para comprobar qué tanto es así”, señaló.
Además, habrá que ver la reacción de Trump. “Es claro que Bolsonaro y aquellos que lo apoyan están siguiendo el modelo de los eventos de hace dos años en Washington (con la toma del Capitolio), pero no hay indicios de que Trump haya tenido algún papel concreto en incitar los ataques en Brasilia”, dijo Segura.
“Es curioso, por decir lo menos, que estos grupos brasileros hayan seguido un modelo de acción que en Estados Unidos fracasó al menos en su objetivo inmediato, que era detener la transferencia de poder a la nueva administración. Pero sabemos que Bolsonaro y Trump tienen muchas afinidades, y es posible que en Brasil, como en Estados Unidos, estén buscando maneras de seguir alimentando a la base extremista que apoya al expresidente para tratar de regresar al poder en el futuro”, concluyó.