Sabado, 07 enero 2023
En la Casa Rosada se encendieron las alarmas por la ausencia de gobernadores oficialistas en una reunión convocada por el presidente. Alberto Fernández en el ojo de la tormenta.
Resignado a no poder anticipar buenas noticias económicas, el Gobierno reflexiona y arma con sigilo los próximos pasos de la novela política que prepara para la segunda quincena de enero, cuando Alberto Fernández tiene previsto convocar a sesiones extraordinarias del Congreso con el objetivo de iniciar la batalla frente a la Corte Suprema de Justicia y a la oposición de Juntos por el Cambio.
Mientras evita hablar de la otra crisis -la económica y social que sigue sin poder contener- el presidente apela a conseguir apoyos políticos de líderes de la región, ante la crisis de vacío de poder, como admiten algunos dirigentes que en algún momento fueron muy cercanos a Alberto Fernández, pero que hoy lo ven desde afuera de la Casa Rosada. Lo hará en la próxima reunión de la Celac, con sede en Buenos Aires.
Algunos dirigentes del albertismo crítico ponen como ejemplo de ese caos en la gestión la fallida convocatoria a gobernadores del PJ e intendentes.
Esta semana, la mitad de los convocados no asistieron o se despegaron del pedido de juicio político a la Corte. En el albertismo creen que es el reflejo de cierto agotamiento por los constantes cambios de posicionamiento del presidente o por el temor a promesas incumplidas, según coincidieron desde distintas oficinas oficialistas consultadas.
El presidente no tiene quién le haga de fusible y ataje las críticas al achicarse cada vez más la mesa chica de decisiones. En ese marco, el plan acordado en el cónclave con intendentes y Axel Kicillof el jueves en Chapadmalal, es que se volverá a poner al frente de la batalla política, como gesto para mostrar que todavía tiene autoridad y posibilidades de llegar entero al final del mandato en diciembre de este 2023.
El desconcierto en los pasillos de la Casa Rosada
Lo que está en juego es el valor de la palabra presidencial, admiten algunos desde lejos. En ese marco, ganó peso propio la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti –que sigue de cerca cada paso del jefe de Estado- junto al secretario General de Presidencia, Julio Vitobello, y el vicejefe de gabinete, Juan Manuel Olmos.
El presidente decidió poner en el centro del escenario político la pelea con la Corte Suprema en el Congreso, y en línea con el kirchnerismo se concentraron en apuntar contra funcionarios del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta..
Pero hacia el interior del gobierno, volvieron a surgir dudas sobre los roles del Jefe de Gabinete, Juan Manzur, a tal punto que una vez más desde la Casa Rosada salieron a ratificar que el jefe de ministros se quedará en el cargo a pedido expreso del presidente.
Pero los hechos concretos muestran que Manzur está más cerca de Tucumán que de la Casa Rosada, donde en el último mes tuvo una agenda muy acotada. La última reunión de gabinete convocada por el ministro coordinador fue el 30 de noviembre. Después de una larga gira por Israel, la semana pasada Manzur retornó a Argentina, pero casi sin reuniones en su despacho de Balcarce 50.
El pasado 19 de diciembre el empresario y el jefe de Estado se reunieron en la Quinta de Olivos (Foto: @TonyAracre).
A la mesa política de Alberto Fernández se sumó en la última semana, el empresario exCEO de Syngenta, Antonio Aracre, quien prometió iniciar en febrero una amplia convocatoria al diálogo político a sectores del oficialismo y la oposición.
Pero al día siguiente, recibió el rechazo de la principal alianza opositora, que amenaza con no dar quorum a las sesiones extraordinarias que convocará Alberto Fernández para la segunda quincena de enero.
Lula y la CELAC para reforzar la imagen de Alberto Fernández
Ante la incipiente diáspora política en el Frente de Todos y la falta de un candidato claro para la sucesión presidencial, desde el entorno más cercano al presidente, apuestan a conseguir apoyo político de líderes de la región, en la cumbre de la CELAC convocada para este 24 de enero en el Sheraton Hotel Retiro de Buenos Aires.
Desde la Cancillería argentina, el canciller y ex jefe de campaña de Alberto Fernández en 2019, Santiago Cafiero, salieron a celebrar la noticia del regreso de Brasil al bloque regional.
Lula da Silva Brasil confirmó su reincorporación al bloque regional, y concretará su primera visita oficial al exterior un día antes de la cumbre de la CELAC (el 23 de enero), como relanzamiento de la relación bilateral con la Argentina. A su vez, Alberto Fernández convocó a los presidentes de las dos potencias mundiales aunque no confirmaron su presencia: Joe Biden (EE.UU.) y Xi Jinping (China). También entre los más de 40 líderes de América Latina y el Caribe, figura el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
De esta manera, Alberto Fernández buscará que la cumbre de la CELAC se transforme en una plataforma política para levantar la alicaída imagen del gobierno y posicionarse en la carrera, pero dentro del oficialismo pocos creen que de no resolverse la cuestión económica, tenga posibilidades de reelección.
Desde el kirchnerismo, Alberto Fernández consiguió, en los últimos días, apoyo de algunos intendentes y del gobernador Axel Kicillof, en un acuerdo de convivencia política mientras avanza el calendario electoral y terminan de definir la estrategia para elegir la fórmula presidencial para 2023.
La postal de la Casa Rosada vacía el primer fin de semana de enero, contrastará con los fines de semana de campaña en la Costa por parte de los precandidatos del Frente de Todos que de a poco, se van anotando en la carrera por la sucesión, bajo la mirada atenta de Cristina Kirchner.