Miercoles, 04 enero 2023
La embestida contra la Corte Suprema tiene múltiples objetivos. Presionar para que no sigan apareciendo fallos contra el gobierno, armar un clima adverso y la demonización posterior y, fundamentalmente, ensuciar todo para que, en caso de ratificar condenas contra CFK, lo hagan desprestigiados.
El Gobierno nacional y el de la provincia de Buenos Aires ya definieron que los rivales políticos a vencer son la dupla Horacio Rodríguez Larreta–Diego Santilli y por eso no extraña que ante cualquier situación que compromete sus propios objetivos políticos descarguen la furia contra lo que consideran “operaciones” del PRO con el acompañamiento de los medios y la Justicia.
“Lamentablemente, son ellos solos los que perciben eso. Los gobernadores son unos vivos bárbaros, vienen, le manotean algo, y listo. Pero no es un problema de la oposición. El problema es nuestro. Veinte reuniones de conciliación tuvimos antes de que llegue el fallo de la Corte”, se exaltaba hoy un importante funcionario del oficialismo con oficinas en el microcentro.
Consultados voceros del gobierno de la provincia de Buenos Aires, en tanto, ante la requisitoria muy informal realizada por periodista por el tema del gel íntimo que se distribuirá en los hospitales de toda la Provincia, la respuesta fue que «era una operación de Diego Santilli en contra de Axel Kicillof«.
Todo es muy simple, casi lineal. Pero en medio de una durísima discusión por plata, todo vale. Porque de eso se trata desde que Máximo Kirchner y su madre identificaron a la Capital Federal como la Ciudad “ostentosa, donde se riegan los parques públicos” y el presidente Alberto Fernández decidiera quitarle fondos que recibía por coparticipación para dársela, directamente, a la provincia de Buenos Aires.
“Ya no hay sociedades políticas. Nadie se banca. Ni Axel, ni Máximo ni nadie. Pero quedate tranquilo que no vamos a romper. Así perdemos, pero rompiendo será peor, para el que lo haga y para todos. Entonces, esto seguirá así y, mientras tanto, bucaremos un rival para cargarles las culpas”, reflexionó.
Por eso, lo primero que surgió tras el escándalo por la compra de gel íntimo por parte del Ministerio de Salud bonaerense fue que “es una operación”, pero hay dos interpretaciones. La oficial, es que fue una maniobra de la oposición para “enchastrar” a la gestión de Kicillof y dicen que estuvo Santilli detrás de esa maniobra para “tapar el lío que tienen con los chats”.
Pero lo que todos infieren es que “fue fuego amigo. Y Nicolás Kreplack es del riñón de Kicillof. Y nadie tiene acceso a esa información tan precisa con tanto detalle si no es de adentro”, confesó alguien que conoce muy bien este tipo de movimientos.
En este sistema interconectado, siempre aparecen las conspiraciones y las insinuaciones. Pero también algunas concreciones. Es un secreto a voces que al único ministro con poder real del gobierno, Sergio Massa, no le gusta para nada la discusión abierta con la Corte Suprema y el pedido de juicio político realizado por el presidente Alberto Fernández y acompañado por varios gobernadores, no todos. Entre los que no estuvieron se anotaron los amigos del ministro.
Las mediciones que llegan semanalmente a la mesa de trabajo del oficialismo no agregan optimismo y sólo tienen en la unidad la posibilidad de pelear con cierta posibilidad la elección bonaerense. La nacional la creen perdida.
“A nuestro pesimismo se le suma que ya Cristina decidió que íbamos a perder. Entonces, si para ella perdemos, perdemos. No tiene en mente ganar o trabajar para la victoria, por más que Sergio varias veces nos inspira mucho optimismo”, relató el funcionario bonaerense.
El presidente Fernández no es ninguna referencia para nadie. Su opinión no vale y hasta lo consideran un problema pero que el peronismo se obliga a no despojarlo del poco resto de poder que le queda. “Lo obligamos a que no renuncie en plena crisis del año pasado. Ahora tenemos que convencerlo de que no haga nada”, dijo un gobernador más que crítico de la gestión.
Así las cosas, La Cámpora tiene como prioridad uno ganar la Provincia pero, fundamentalmente, retener Quilmes, con Mayra Mendoza. Por eso nunca faltan recursos para ese emblemático distrito del sur bonaerense.