Miércoles, 2 de abril de 2025
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El Senado sesiona este jueves.
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Hartazgo en los bloques con el manejo del Gobierno.
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Los radicales rechazaron el pedido de Santiago Caputo.

La Casa Rosada parece tener un grave problema con los tiempos políticos. Este martes, a menos de 48 horas de la sesión convocada por el Senado para tratar los pliegos de los dos candidatos de Javier Milei para la Corte Suprema de Justicia, el asesor presidencial Santiago Caputo recibió al jefe de la bancada de la UCR, el correntino Eduardo Vischi.
Básicamente, el funcionario le pidió tiempo: que el radicalismo no diera quórum en la sesión para permitir avanzar en una negociación por Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla.
Vischi, que es terminal del gobernador aliado Gustavo Valdés, corrió al Senado para transmitir a sus pares del bloque la nueva solicitud del Gobierno.
En la reunión -la mayoría se conectó por Zoom- se decidió desoír la solicitud de Caputo. Y se le encargó al correntino transmitir una contraoferta al Gobierno: que retire los pliegos de ambos candidatos o si no la UCR dará quórum y votará en contra de los candidatos.
Casi casi suena a ultimátum, pero lo que en realidad hay es hartazgo: en el radicalismo se cansaron de la película de los pliegos -lleva un año en el Senado- y ya varias veces le sugirieron, desde el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, hasta el propio Vischi, que retiren los pliegos para evitar una dura derrota en la Cámara alta.

Por lo que se sabe también el cordobés Luis Juez, aliado del mileismo, y el libertario Ezequiel Atauche sugirieron lo mismo. Y la Rosada nunca aceptó. “Se encrapicharon”, se repite en despachos de diferentes espacios del Senado.
El retiro de los pliegos permitiría dos cuestiones centrales. La primera, evitar un mayor manoseo de Lijo y García-Mansilla. “Es preferible freezarlos que mandarlos a la parrilla”, grafica un senador peronista que dice que votará a favor del juez Federal y en contra del ya ministro de la Corte.
La segunda: evitar el rechazo de García-Mansilla, quien ya juró como juez de la Corte. Aunque está nombrado en comisión hasta febrero de 2026, cualquier sentencia que acompañe podría ser cuestionada.
Más allá de la decisión de la UCR, el peronismo también tiene resuelto dar quórum este jueves. Este miércoles a las 18 tienen reunión de bloque para tratar de cerrar filas. Pero en la conducción de la bancada entienden que no tendrán fugas.
A este escenario complejo, se suma un ingrediente que resulta terminal para las aspiraciones del Gobierno: también el PRO decidió este martes dar quórum.
“No tiene sentido no dar quórum. Ya el kirchnerismo más los radicales (Martín) Lousteau y (Pablo) Blanco y (la larretista Guadalupe) Tagliaferri suman 37 y tienen el número para arrancar”, dicen en la bancada amarilla. En el peronismo también contabilizan al ex libertario Francisco Paoltroni dando quórum.

El PRO votaría dividido. Algunos senadores, como Juez, bocharían a Lijo pero votarían a favor de García-Mansilla.
La tucumana Beatriz Ávila votaría a favor de ambos, de acuerdo con las fuentes consultadas. La cordobesa Carmen Álvarez Rivero podría votar a favor solo de García-Mansilla. Los restantes 5 votarían en contra de ambos. En el medio aparece la pelea de Mauricio Macri con la administración libertaria y su reclamo por la falta de apego a lo institucional por parte del Gobierno.
Dato extra: la cordobesa Alejandra Vigo, esposa del ex gobernador Juan Schiaretti, también dará quórum y votará en contra de ambos.
En los diferentes bloques, desde los más opositores hasta los aliados, se escucha el mismo argumento: que ya no tiene sentido alargar la agonía. Que es momento de terminar con lo de los pliegos y arrancar de nuevo.
Basta de agonía
“Si no es este jueves, será el otro o el siguiente. Pero la historieta siempre termina igual: con el rechazo de los pliegos”, dice un senador del PRO.
Aunque muy sobre la hora -más si se considera que este miércoles es feriado- y contra todo lo que dijo hasta ahora, al Gobierno le quedaría la alternativa de intentar retirar los pliegos.
La jugada también podría hacer agua. Para el retiro, el reglamento del Senado exige que se apruebe por mayoría simple. En el peronismo, que suman 34 senadores y están a 3 de la mayoría, dicen que no acompañarían.

No está claro, eso sí, si pueden hacer alguna diferenciación entre Lijo y García-Mansilla en este punto. Es que el juez Federal tiene varios apoyos en la bancada de UxP, mientras que el ex decano de la Universidad Austral solo reúne rechazos por haber dicho en la audiencia pública del Senado que no aceptaría asumir por decreto en la Corte, lo que finalmente sí hizo.
Si la sesión nomás se concreta, como todo indica, la Casa Rosada se encamina derecho a una derrota, según coincidían en la noche de este martes en la bancada libertaria, sus aliados y el peronismo.
«Es preferible sesionar ya y perder que seguir pateando el tratamiento. La realidad es que si se hace la sesión vamos a perder, vamos a perder ahora o la semana que viene», argumentan en el oficialismo.
Para que un pliego se apruebe se necesita el voto a favor de dos tercios de los senadores presentes. Si están todos en el recinto, son 48 votos. Pero ese número se reduce en caso de ausencias o abstenciones (se cuentan como ausencias).
Hay que prestar atención al temario de la convocatoria a la sesión. En primer termino figura el tratamiento del pliego de Lijo, luego el de García-Mansilla.

El argumento oficial es que se ordenó así porque el primero que obtuvo dictamen fue el de Lijo y después el del ya ministro de la Corte. Pero habría detrás una picardía: obligar a que ya en la primera votación queden expuestos quiénes apoyan a Lijo y quienes lo rechazan.
Con suspicacia, algunos incluso sospechan que detrás puede haber un intento de que la sesión se caiga durante el tratamiento de Lijo para así preservar el de García-Mansilla, que es el que ya le importa más al Poder Ejecutivo.
Todo indica que el Gobierno va derecho a una tormenta perfecta en el Senado.