Jueves, 16 de Enero 2025
Con los cambios en el régimen de medidas antidumping, el Gobierno nacional busca alentar la competencia y terminar con prácticas que encarecían el ingreso de los productos.
El Gobierno dispuso hoy un cambio en el sistema de autidumping que rige en la Argentina en materia de comercio exterior, con el fin de abaratar las importaciones y evitar abusos.
El objetivo, según dijo el ministro de Economía, Luis Caputo, es «evitar abusos que redundan en mayores precios» en los productos locales.
La medida publicada este jueves en el Boletín Oficial reduce los plazos de duración de esta política, que se utiliza cuando se supone que se están vendiendo en el mercado local productos importados a menores precios que a los que se venden en el país de origen.
Distintos importadores consultados explicaron el impacto que puede tener la medida en la economía real. «La medida antidumping es como tener un arancel de importación adicional. Si se deja de pagar uno de los ‘dos aranceles’, sería lógico que esa mejora se traslade porque si el mercado es de competencia, el primero que baja los precios arrastra al resto», explicó un importador de electrónica.
Desde la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), aseguraron que el país «necesitaba una revisión de cómo se baja el proceso de dumping establecido por la OMC a la órbita local. Nos encontramos aún leyendo y estudiando los pormenores de los cambios publicados en la mañana de hoy, pero a prima facie se observan un mejoramiento en los procesos, una modernización en la manera de llevar adelante la investigación e implementar la medida, así como también una clarificación en los plazos que está más alineada con mercados que se mueven con mayor dinamismo producto de las adopciones de nuevas tecnologías o tendencias».
«Nuestro país es uno de los cinco países que más medidas antidumping tiene en todo el mundo. Esto se da en un marco donde, además, el arancel de importación promedio aún está entre los más altos del mundo. La presión sobre los costos y precios es muy elevada cuando en comercio exterior empezamos a sumar todas estas barreras a vencer», señaló Fernando Furci, gerente general de la CIRA.
«Resulta razonable replantear los mecanismos de implementación de las medidas antidumping en la Argentina, valorando plazos más cortos, no renovando las medidas en tanto no sea necesario hacerlo y observando la concentración y participación de mercado de los actores solicitantes», señaló.
Y agregó: «Hay sectores económicos, de los más protegidos, con medidas antidumping vigentes por más de 20 años, que han cambiado la matriz de competencia dentro de esos sectores, creando concentración, altos precios y hasta en algunos casos, obsolescencia. Hay que evitar la eternización de la medida. El dumping es un instrumento vivo; requiere un seguimiento y análisis constante sobre sus efectos».
«Para el importador es fundamental una participación que le permita defender su negocio con claridad, con plazos razonables, con pedidos de información claros y precisos y con tiempos de presentación. La oportunidad de manifestarse ante una apertura de investigación de dumping debe llegar a todos los actores de los sectores. La CIRA ha intentado y seguirá haciéndolo, que los importadores participen proactivamente de los llamados a presentaciones de información y contenido para la evaluación de las diversas medidas de dumping. Es clave que todos participen y puedan aportar los elementos sectoriales que justifiquen o no el dumping según cada una de sus ópticas», dijo el directivo de la entidad.
«Una medida de dumping tiene como efecto el agregado de un derecho ad-valorem (porcentuales) o específicos (fijos por unidad de medida) que ‘compensa’ el daño durante un lapso de tiempo determinado. Ese agregado se calcula directamente sobre el precio de importación. Si una medida antidumping pierde su vigencia, y sobre todo en mercados de alta competencia, debería trasladarse importantes mejoras a los precios en el mediano plazo, seguramente», remarcó.
Desde una empresa importadora de herramientas y productos para el hogar, explicaron que «un dumping de soldadoras tiene 90% de derechos ad-valorem en una importación. O sea, si le sacaran ese 90% se estaría realmente con la necesidad de bajar el precio porque, de lo contario, se queda fuera de mercado. Pero, además, las medidas antidumping muy elevadas, como pasa con Termos, fomenta el ingreso informal de mercaderías a la Argentina o esas comparaciones odiosas de ver cuánto sale un termo de acero inoxidable de reconocida marca en la Argentina versus cuánto vale en Chile».