Lunes, 16 de Diciembre 2024
La Lepra se impuso 3-1 en la última fecha con goles de Francisco González, Agustín Juárez y Juan Manuel García. Sebastián Palacios había empatado transitoriamente para el local, que se quedó a las puertas del título porque, además, Vélez ganó su partido ante Huracán
Newell’s le bajó la persiana al 2024 con un triunfazo 3-1 sobre Talleres este domingo en el estadio Mario Kempes de Córdoba, frente a uno de los equipos que llegaba a la última fecha de la Liga Profesional con chances de ser campeón. Los rojinegros volvieron a ganar en condición de visitante después de nueve partidos.
Francisco González, Agustín Juárez y Juan Manuel García –todos en el segundo tiempo– convirtieron los goles en el triunfo rojinegro, en tanto que Sebastián Palacios había empatado transitoriamente para el equipo cordobés.
Para el conjunto de Mariano Soso representa un poco de oxígeno en el cierre de temporada, por el resultado y porque fue competitivo ante uno de los mejores de la temporada. Por su lado, Talleres se quedó con las ganas de festejar, algo que no hubiera conseguido ni con una victoria porque Vélez le ganó a Huracán y aseguró el campeonato en Liniers.
El inicio del partido fue a pura emoción en el Mario Kempes, a tal punto que ambos equipos tuvieron chances para quebrar el cero antes de los 10 minutos de juego. Sin embargo, al local ya se lo notaba nervioso y a los rojinegros cómodos con el papel de reparto en la definición de la Liga.
El primero en avisar fue Newell’s luego de un despeje corto de Talleres en un tiro de esquina. La pelota le quedó a Luca Regiardo, el juvenil puso la pelota en el área y Augusto Schott llegó a conectar con la punta del botín zurdo, exigiendo al arquero Guido Herrera.
La respuesta de Talleres fue con un remate de media distancia de Matías Esquivel después de un error en la salida de Josué Reinatti y una pérdida de Leonel Vangioni. El disparo tenía buena dirección, pero un manotazo del arquero rojinegro lo desvió al córner.
Sobre la media hora de juego, cuando en Córdoba todo seguía igualado, Vélez se puso en ventaja ante Huracán en el José Amalfitani y le metió más presión al conjunto local, que necesitaba ganarle a la Lepra y que el Fortín no lo haga en su partido.
En ese contexto, el conjunto de Alexander Medina sintió el peso de la responsabilidad y Newell’s, bien organizado para cubrir espacios y cerrarle los caminos, le hizo difícil poder aproximarse con peligro al arco de Reinatti.
Lo que le faltó a los de Soso fue mayor precisión y velocidad para encadenar alguna contra, aunque en esa primera etapa volvió a estar cerca del gol nuevamente con Schott pisando el área.
Antes del final de la primera etapa llegó el segundo grito de Vélez en Liniers, que dejaba a la “T” todavía más lejos de soñar con el campeonato. Los rojinegros redondearon una etapa inicial prolija, sin complicarse y hasta con chances más claras para ponerse arriba.
La victoria fortinera en su estadio dejaba sin posibilidades de consagrarse al equipo cordobés, que necesitaba un golpe de timón para, al menos, hacer su trabajo e intentar ganar su partido. Con ese objetivo entraron Ruben Botta y Sebastián Palacios.
En el entretiempo Soso movió el banco con los ingresos de Francisco Gónzalez y Juan Ignacio Méndez. Y en Panchito encontró la llave para destrabar el resultado en el Kempes: en el que seguramente fue su último partido, el extremo hizo un golazo de zurda tras un pique al vacío y asistencia de Mateo Silvetti.
Pero la alegría le duró muy poco a los leprosos. Los cambios también le respondieron al Cacique: Botta habilitó a Palacios y el ex Newell’s definió cruzado con un derechazo para decretar el 1-1.
Talleres quemó los últimos cartuchos en la recta final, en búsqueda de al menos salvar el honor y no irse derrotado en la última jornada, pero fue el equipo de Soso el que volvió a pegar en el Kempes. Panchito González, que entró muy bien y se trasformó en figura, asistió a Juárez con un centro preciso desde la izquierda y el juvenil definió de cabeza para estampar el 2-1.
El segundo grito leproso demolió las esperanzas de la «T» y un rato después Newell’s le dio el golpe de gracia con Juan Manuel García, que empujó la pelota abajo del arco tras una serie de rebotes para asegurar el triunfo rosarino en Córdoba. El centro, como en el grito anterior, lo ejecutó González.
Newell’s logró que la despedida de una pobre y olvidable temporada, que lo tuvo siempre navegando en la mediocridad, sea con una sonrisa y ante un rival de fuste. Es un cierre que lo invita a soñar con mejorar su rendimiento el año que viene, un objetivo fácilmente alcanzable después de terminar 25º en la Liga y 18º en la tabla anual.