Cuáles son los tipos de café más saludables y qué opciones hay que evitar

Domingo, 15 de Diciembre 2024

Recientes estudios destacan los beneficios de esta infusión para el bienestar. Cómo sus propiedades químicas ayudan a prevenir enfermedades crónicas, transformando así su reputación

En los últimos 20 años, la percepción sobre el café cambió de una manera importante. Lo que antes se consideraba un riesgo para la salud, hoy se reconoce por sus potenciales beneficios. De acuerdo con lo que le dijo a periodistas Paul Rooke, director ejecutivo de la British Coffee Association, los compuestos liberados durante el proceso de tostado del café, como polifenoles, melanoides y trigonelina, demostraron ser beneficiosos para el bienestar humano, ayudando a prevenir problemas cardíacos, diabetes tipo 2 y demencia.

Sin embargo, estos efectos positivos dependen en gran medida del tipo de café que se consume y, sobre todo, de cómo se prepara.

Café instantáneo

Aunque no goza de la misma reputación que otras formas de café, es el tipo más consumido en el Reino Unido. Se prepara a partir de granos de café molidos, que luego se deshidratan por pulverización o congelación.

Aunque los puristas lo descalifican, el café instantáneo es rico en antioxidantes, como los melanoides, que protegen las células del daño y favorecen la salud intestinal. Según le dijo aperiodista  Pál Maurovich-Horvat, director de imágenes médicas en la Universidad Semmelweis de Budapest, estos antioxidantes tienen un efecto protector sobre el cuerpo, ayudando a mantener un equilibrio saludable en la microbiota intestinal.

Sin embargo, el café instantáneo también tiene desventajas. Contiene más cafeína y, sobre todo, el doble de acrilamida en comparación con el molido; se trata de un compuesto que ha sido clasificado como “probable carcinógeno” por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC).

Ya sea con filtros de papel o metal, se ha convertido en una alternativa saludable para el corazón. Este método, empleado tanto en cafeteras modernas como en las tradicionales, podría ser clave para cuidar el sistema cardiovascular. Un estudio en Noruega, que analizó a 500 mil personas durante 20 años, reveló que consumir entre una y cuatro tazas diarias de esta bebida está asociado con menores riesgos de enfermedades arteriales y una reducción en la mortalidad.

El café filtrado es preferible al no filtrado, que contiene altos niveles de diterpenos, como el cafestol y el kahweol, compuestos que pueden elevar el colesterol y aumentar el riesgo de problemas cardíacos, como ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares. A pesar de ello, los estudios coinciden en que el consumo general de café puede ser beneficioso para la salud cardiovascular.

Preparado al pasar agua caliente a presión por granos finamente molidos, es un aliado para la salud cerebral. Un estudio de la Universidad de Verona descubrió que su consumo podría ayudar a prevenir la acumulación de la proteína tau, asociada al desarrollo del Alzheimer.

Además, el espresso es rico en compuestos bioactivos como la cafeína y el ácido clorogénico. Este último, un potente antioxidante, ha sido asociado con una menor incidencia de enfermedades como el Alzheimer, la hipertensión y problemas cardíacos.

Este café preparado en frío se elabora mediante la maceración de los granos de café en agua a temperatura ambiente durante 12 a 24 horas. Este proceso de preparación resulta en una bebida menos ácida y amarga, lo que hace que muchas personas añadan menos azúcares o jarabes.

Además, al ser menos ácido, el cold brew también puede tener una mayor concentración de compuestos bioactivos en comparación con el café filtrado, incluso llegando a niveles similares a los del espresso. Esta propiedad, junto con su sabor más suave, lo convierte en una opción ideal para quienes buscan controlar su peso sin renunciar al placer del café.

El café descafeinado, aunque menos popular que su versión con cafeína, también ofrece ventajas significativas. Su preparación implica eliminar la cafeína de los granos antes del tostado, pero conserva compuestos bioactivos clave, como el ácido clorogénico, conocido por sus efectos positivos en la salud.

Algunos estudios sugieren que quienes consumen solo café descafeinado gozan de una mejor salud que aquellos que no consumen café en absoluto, ya que obtienen los beneficios antioxidantes del café sin los efectos estimulantes de la cafeína. A pesar de estos beneficios, los expertos subrayan que se requieren más estudios para comprender los mecanismos exactos detrás de los efectos positivos del café descafeinado.

En cuanto a la variedad de grano de café, no existen diferencias significativas en los beneficios para la salud 

entre las distintas variedades. Las dos principales son el Arabica (que representa el 60 % de la producción mundial) y el Robusta (30 %), siendo este último más amargo y con mayor contenido de cafeína.

Sin embargo, no se ha demostrado que ninguna de estas variedades sea más beneficiosa para la salud. Lo mismo ocurre con las variedades Liberica y Excelsa, que juntas constituyen el 10 % restante de la producción mundial de café.

Añadir leche al café puede ofrecer algunos beneficios nutricionales, como el calcio, que favorece la salud ósea y dental. Sin embargo, los expertos advierten que el exceso de leche (más de 300 ml al día) podría aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, especialmente en mujeres, debido a los azúcares naturales de la leche que podrían desencadenar inflamación.

En cuanto al azúcar y los jarabes, su principal efecto es incrementar las calorías, lo que puede ser un inconveniente si se busca controlar el peso. En ese sentido, los expertos recomiendan el uso de especias como la canela, el cardamomo o la nuez moscada.