Domingo, 15 de Diciembre 2024
El «9» jugó su último partido en Rosario Central, en la victoria ante Belgrano por 2 a 1. Aunque no pudo marcar, la sonrisa y la emoción se traslucía en su rostro al terminar su historia con el fútbol
Era una tarde de grandes emociones. Una sensación de necesidad de que todo acabe por el presente del equipo y la contradicción en el corazón porque resultó la despedida definitiva de Marco Gastón Ruben, el último gran ídolo auriazul.
A pesar de que su último paso no fue el que hubiera deseado, el amor de sus hinchas será para siempre el mismo. Así quedó claro durante toda la jornada.
Este sábado 14 de diciembre de 2024 quedará grabado en la historia Canalla. Hasta el final fue acorde a este paso con pocas alegrías. Tuvo la chance de patear un penal, que él mismo se generó, pero el VAR se lo impidió.
Ruben, de 38 años, había colgado los botines en mayo de 2022 luego de la victoria del conjunto auriazul ante Estudiantes, noche en la que se despidió con un gol. Sin embargo, a fines de 2023 volvió a jugar oficialmente en Deportivo Maldonado de Uruguay, una etapa que le sirvió de puesta a punto para cumplir el anhelo de volver a jugar en Arroyito, algo que se formalizó en mayo de este 2024, cuando Miguel Russo todavía era el técnico del club.
El regreso del goleador fue de película, ya que reemplazó en el segundo tiempo a Agustín Módica y a los pocos minutos convirtió en el arco de Génova para darle un empate agónico a Central ante Lanús.
No obstante, la continuidad de la temporada no fue la mejor para Marco: estuvo en 19 partidos y el de esa noche de la vuelta fue su único grito, en un semestre donde las lesiones le jugaron en contra y el equipo nunca funcionó.
El nueve de oro soñaba, como todos los hinchas, con irse con otro gol bajo el brazo. No pudo. Se fue con 106 en 281 partidos en Central. Una estadística que lo pone por encima de todos los futbolistas que pasaron por el club durante el profesionalismo. Una marca que lo define implacable en el área y que le permitió conquistar los corazones azules y amarillos.
La antesala de la nueva –y definitiva– despedida fue con mucho ruido en el medio tras la goleada que sufrió el ahora equipo de Ariel Holan contra River en el estadio Monumental y de las explosivas declaraciones del ídolo, que afirmó haber vivido uno de sus días “más tristes” con los colores que ama. Pero después llegó el pedido de disculpas a sus compañeros y al cuerpo técnico, para terminar su estadía en el Gigante con la imagen de hombre respetuoso y dedicado que tuvo en toda su carrera.