Viernes, 13 de diciembre de 2024
Un estudio que evaluó a casi 5.000 adultos durante una década sugirió que los cambios abruptos en la tensión sanguínea están vinculados al deterioro cognitivo
(HealthDay News) -Mantener la presión arterial bajo control es importante para algo más que la salud del corazón, sino que también puede mantener el cerebro agudo a medida que envejece.
Un nuevo estudio, publicado el 11 de diciembre en la revista Neurology, muestra que las personas mayores cuya presión arterial sube y baja con el tiempo podrían ser más propensas a sufrir un deterioro en sus habilidades de pensamiento y memoria.
”Estos resultados sugieren que la fluctuación en la presión arterial es un factor de riesgo de problemas cognitivos más allá de los efectos negativos de la hipertensión en sí”, señaló la investigadora, la Dra. Anisa Dhana, investigadora postdoctoral de la Universidad de Rush, en Chicago.
Para el estudio, los investigadores reclutaron a casi 4.800 personas con una edad promedio de 71 años. Los participantes se midieron la presión arterial con regularidad durante tres años, y completaron pruebas de habilidades de pensamiento y memoria al principio y al final del estudio de 10 años.
En general, los participantes tenían una presión arterial promedio de 138/78. La presión arterial alta se define como 130/80 o más.
Pero es importante anotar que este estudio fue observacional y no pudo establecer un vínculo causal directo entre la presión arterial y la salud cerebral, escribió Dhana.
Los resultados mostraron que las personas cuya presión arterial fluctuó más experimentaron casi tres años adicionales de envejecimiento cerebral, según las pruebas cognitivas.
Por otro lado, las personas que tomaban medicamentos para la presión arterial no mostraron diferencias en las evaluaciones en las pruebas de pensamiento al final del estudio, apuntaron los investigadores.
”Se debe monitorizar de forma rutinaria a los adultos mayores para determinar su presión arterial y cualquier cambio a lo largo del tiempo, de modo que podamos identificar a las personas que podrían tener este problema y trabajar para aliviarlo, lo que potencialmente podría ayudar a prevenir o retrasar los problemas cognitivos”, escribió Dhana en un comunicado de prensa de la revista.
Los participantes negros tendían a tener más variación en su presión arterial que los blancos, encontraron los investigadores, y eso también condujo a unas evaluaciones más bajas en las pruebas cognitivas.
”Con el envejecimiento de nuestra sociedad y la prevalencia de la enfermedad de Alzheimer, identificar estrategias de prevención para ralentizar el declive de las habilidades cognitivas en los adultos mayores se ha convertido en una prioridad de salud pública”, dijo Dhana.
”El manejo de la presión arterial y sus fluctuaciones se está convirtiendo en un factor de riesgo esencial que se puede modificar”, agregó.