Desde el año 2019 al 2024 la Universidad Nacional de Rosario (UNR) redujo a más de la mitad los cargos de autoridades. Así lo reveló el Informe de Ejecución Presupuestaria presentado este jueves en el que se muestra como una planificación eficiente y racional de los recursos permitió a la UNR, en años complejos por pandemia, inflación y desfinanciamiento, garantizar su funcionamiento y continuar con el desarrollo de uno de los procesos de expansión más relevante de su historia.
Viernes, 13 de Diciembre 2024
La utilización eficiente de los recursos permitió garantizar el funcionamiento de la universidad. Los cargos de gestión bajaron de 579 a 268 en los últimos 5 años
El rector de la UNR, Franco Bartolacci, presentó este jueves en una actividad abierta al público universitario y general datos que exhiben los gastos de funcionamiento, en personal, de infraestructura, gráficos que muestran la evolución inflacionaria de los servicios públicos con un salto exponencial durante 2024, además de cuadros comparativos con la cantidad de docentes, no docentes, autoridades y su incidencia en el presupuesto. Respecto a los cargos de gestión se muestra que bajaron de 579 en 2019 -cuando inició su primer mandato el actual rector- a 268 en 2024.
“Siempre priorizamos una administración razonable, eficiente y responsable de los recursos que recibimos. El único rubro que ha caído sustancialmente desde el 2019 hasta acá es el rubro de autoridades. Se redujo los cargos de gestión a más de la mitad, mientras que se mantuvo más o menos constante en el escalafón no docente y hubo un incremento sostenido en la docencia. En ese mismo período de tiempo, la universidad creó cuatro escuelas pre universitarias nuevas, una escuela de oficios, una secundaria virtual y al menos 10 carreras de grado y pregrado que convocan hoy a más de 25.000 nuevos estudiantes que están cursando. Todo eso naturalmente requiere no solo inversión en infraestructura, sino personal para poder funcionar, y lo hicimos optimizando recursos, estableciendo prioridades, sin recibir presupuesto adicional para esos proyectos en marcha, haciendo una administración eficiente de lo que recibimos en años difíciles para garantizar que la Universidad siga creciendo”, explicó Bartolacci respecto a la cantidad de personas que trabajan en la Universidad.
En detalle, el cuadro comparativo de personal por escalafón, muestra cómo fueron variando de 2019 a 2024. Los cargos docentes eran 12.206 en 2019 y son 13.192 en 2024, período de tiempo en el que se incorporaron 8 carreras de grado (Turismo, Diseño Industrial, Gestión Cultural, Diseño Gráfico, Diseño de Indumentaria, Corretaje Inmobiliario, Seguridad Ciudadana y las Tecnicaturas en Inteligencia Artificial y Relaciones del Trabajo), la nueva escuela preuniversitaria de Ciencias Sociales y 3 escuelas medias en General Lagos, El Trébol y en Puerto General San Martín, además de la puesta en marcha de una Escuela de Oficios y una Secundaria virtual.
Respecto a los no docentes, en 2019 eran 2.636, mientras que en 2024 se registran 2.725. La baja sustancial se aprecia en las autoridades, en los cargos de gestión, que como consecuencia de la eliminación de áreas y la unificación de sectores de trabajo fueron reducidos sustancialmente. En 2019 eran 579, en 2020 pasaron a ser 501, en 2021 bajaron a 444, en 2022 a 288 y en 2024 quedaron 268 cargos de este tipo.
Al 31 de octubre de 2024, los gastos de personal representaron el 95% de la asignación presupuestaria mientras que el 5% restante fue utilizado para el funcionamiento de las facultades, escuelas preuniversitarias, dependencias y programas de la UNR. Estos gastos de personal se rinden mensualmente a la Secretaria de Educación de la Nación, mientras que los gastos de funcionamiento, que se ejecutan bajo la normativa que asiste a la administración pública nacional, se rinden semestralmente a la Contaduría General de la Nación. En ambos casos, sometidos de manera permanente a controles de auditorías internas y externas que se encuentran vigentes. Sin ir más lejos, la UNR tienen sólo en los últimos 5 años, 98 informes de auditorías aprobados por la Sindicatura General de la Nación.
“Hay un parámetro ideal definido por el sistema universitario que establece que la relación entre salarios y gastos de funcionamiento debería ser de 85-15. Progresivamente nos alejamos cada vez más de esa situación y la relación se va distorsionando, generando las dificultades que tenemos, producto de que el incremento para gastos de funcionamiento no se produce al mismo ritmo que el de salarios, mucho más pronunciado en contextos inflacionarios como los que atravesamos. Hemos tenido un período donde empezamos a bajar y a recomponer esa relación, este año se volvió a distorsionar. Estamos en un 95.5 afectado a salarios, vamos a terminar el año más cerca del 96, y eso plantea una perspectiva para el año que viene de mayores dificultades”, describió el rector ante autoridades, decanos, directores en el salón del bar cultural de Maipú 1065.
Obras que avanzan, obras frenadas
“El impacto más fuerte del desfinanciamiento se siente en la inversión prevista para obras de infraestructura, mantenimiento y equipamiento”, indicó el Rector. En cuanto a las obras de infraestructura, las únicas que siguen avanzando son las que se pudieron solventar con fondos propios de la UNR, entre ellas la más importante es la restauración y rehabilitación de la Facultad de Derecho que se encuentra en la última etapa y a la que se destinaron $660.613.667,53 del presupuesto 2024 de un total de $1.914.689.569,56 previsto en el total de la obra. Otras obras son: el tendido de alimentadores eléctricos del edificio del Área Salud (CUAS); el ingreso por calle Suipacha a la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas (CUAS); instalaciones de gas y problemas edilicios en distintas dependencias; readecuación de cubiertas, aberturas y baños de la Facultad de Psicología; cerco perimetral de la Ciudad Universitaria (CUR). El total de inversión en 2024, incluida la obra de Derecho, es de $875.847.922,89.
El rector confirmó que el Plan Nacional de Infraestructura Universitaria está paralizado y no se va a retomar. “De esas obras, la finalización de la obra del anexo de la Facultad de Odontología es la que más pena nos da porque le queda realmente muy poco para poder finalizarse y no tenemos hoy manera de garantizar que eso sea así. Además, la construcción de un aulario encima del comedor del área salud, que también está en una ejecución del 15 a 20%, y la obra de construcción de un nuevo edificio de la Facultad de Ciencias Veterinarias, que está por debajo incluso de eso, alrededor del 8% de ejecución. En esos tres casos ya hay confirmación de que no va a haber financiamiento para terminar y tendremos que prever con financiamiento propio cómo podemos hacer”, anticipó.
“Esto es como una casa. Cuando uno no invierte sostenidamente en mantenimiento, los problemas progresivamente empiezan a ser mayores. Nosotros este año no tuvimos dificultades grandes porque veníamos con una inversión sostenida, aún cuando quedan muchas cosas pendientes, en todas las dependencias. En una universidad tan grande, tan extendida geográficamente y con tantos edificios históricos que además requieren un mantenimiento adicional, vamos a empezar a tener problemas cada vez mayores si no se modifica la situación presupuestaria. Y las dificultades ahí van a ser graves y es donde más impacta y donde más se resiente la inversión presupuestaria”, advirtió sobre lo que viene en cuanto al deterioro edilicio.