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El peronismo K empieza un nuevo proceso donde Cristina no puede ordenar nada

Dic 10, 2024

Martes, 10 de Diciembre 2024

Hace poco tiempo si Cristina Kirchner estaba presente, nadie hablaba. Ahora no solo muchos lo hicieron, también quedó en claro que a pesar de haber cerrado el encuentro su opinión casi fue no incidió.

El peronismo K empieza un nuevo proceso donde Cristina no puede ordenar nada

Si fuera solamente por la foto difundida al terminar el encuentro del PJ bonaerense realizado en Moreno, queda más que claro que todos los participantes fueron a visitar a un pariente que hacía tiempo no veían y que tampoco tenían muchas ganas de volver a ver.

Lo único que quedó claro del relato de una docena de participantes recabada por MDZ es que ya la palabra de Cristina Fernández de Kirchner no alcanza para acomodar la cada vez más compleja interna peronista kirchnerista. Inclusive, su hijo Máximo, en su rol de convocante a la actividad de este lunes en Moreno, no se atrevió a discutir directamente sino que les pidió a quienes lo critican que lo llamen por teléfono para decirle personalmente todas las quejas que tienen sobre su manera de conducir. Parece que sólo les queda el poder de daño, que no es poco.

En General San Martín, donde algunos intendentes cercanos a Axel Kicillof se acercaron luego de la reunión partidaria para estar ahí en un acto multisectorial que el propio gobernador había señalado como “lo importante que voy a tener en el día”, calificaron la juntada como “parte de este negocio. Nadie se va a decir la verdad en la cara”.

“No sirvió para nada. Nadie dijo nada”, expresó un jefe comunal que participó y que se quejó de lo incómodo que vivió todo el momento. “Si Cristina no dice nada, ¿qué vamos a decir nosotros?”, expresó con brutal sinceridad.

El encuentro tuvo como objetivo discutir los temas de la agenda política y económica provincial. “Al menos sabemos que vamos a tener presupuesto y el endeudamiento que lo va a sostener”, dijo hoy en San Martín Pablo López, el ministro de Economía bonaerense. Lo demás no está en sus manos.

Mariano Cascallares, Andrés Watson y Lucas Ghi y Diego Nanni fueron los que primero llegaron a la actividad que organizó Gabriel Katopodis. Uno de ellos estaba casi exultante porque en Moreno se debatió y hubo un mayoritario consenso para que los jefes comunales, impedidos legalmente para tener una nueva reelección, puedan disponer de un período más por una serie de acuerdos que querrán tejer con sus pares radicales, siempre a mano para este tipo de coincidencias.

Sugestivamente, cuando hablaban del tema, fue el momento donde Massa se quedó callado. Sugirió que recurran a la Corte Suprema pero no mucho más. “Todo se va a dar en el marco de una negociación macro que puede llevar mucho tiempo. Quizás algo se resuelva antes de fin de año, pero otras cosas se discutirán el año que viene”, confesó un funcionario de extrema confianza de Katopodis. El invitado del Frente Renovador, en cambio, insiste que él no se prestará a debatir el tema de las re-re.

Lo que sí quedó en claro es que ni a Cristina Fernández de Kirchner ni a Massa les gusta la idea de que las elecciones provinciales se realicen en una fecha diferente a las nacionales. Kicillof, el gran impulsor de la idea, hizo como que no escuchaba. Quizás hizo eso durante las tres horas de discusión. “Me enteré por los medios de la reunión y voy a ir”, dijo temprano en su contacto con la prensa, en clara alusión de que no había sido invitado como correspondía y que presumía que iba a ir a una encerrona política.

Para Leonardo Nardini, “todo debe ser discutido. No estamos acostumbrados en la Provincia a votar otro día diferente al de la Nación. Pero si alguien me convence que es lo que más conviene, yo no tengo problemas”, dijo, aunque reconoció que las experiencias pasadas en las que el peronismo se presentó dividido no fueron beneficiosos para ellos.

Como él hay muchos otros jefes comunales que piensan lo mismo y que la escenografía dominada por Javier Milei los obliga a replantearse muchas cosas. Ariel Sujarchuk, en tanto, volvió desde Moreno a Escobar con una doble sensación, algo que también fue el común denominador de los casi cien dirigentes presentes en Los Robles. “Está bueno que nos juntemos. Que discutamos. Pero sería mejor si definiéramos una manera para determinar cómo estamos todos adentro”.

Cerca del gobernador también hubieran preferido una participación más clara de la expresidenta de la Nación. “Acá no debatimos por lo que piensan Máximo Sergio. Todos los que estuvimos ahí queríamos una precisión de Cristina sobre cómo haremos para debatir los temas sin que nos traten de traidores”.

El que trabajó como rompe hielo, dispuesto a decir todo lo que no podía expresar Kicillof, fue Andrés “El Cuervo” Larroque, quien en todo momento pidió que dieran un claro respaldo en favor del gobernador. Eso que nadie escuchó.

El encuentro fue el primero que realizó el peronismo bonaerense luego del organizado por Kicillof en la Casa de Gobierno a fines del año pasado. Ahí todos tenían no solo cara de no saber qué les había pasado, sino que las facturas pendientes estaban a flor de piel, por eso habían elegido mantener silencio.

Una de ellas apareció hoy por parte del ex candidato presidencial de Unión por la Patria para argumentar su decisión, en consonancia con Máximo y Cristina Kirchner, en favor de votar en una misma jornada para los niveles provinciales y nacionales. “Si no hubieran desdoblado los gobernadores, quizás hubiéramos ganado en primera vuelta”, dijo hoy. Si bien es contrafáctico, hay que recordar que el peronismo kirchnerista renovador no llegó a la Presidencia de la Nación por solo tres puntos en la primera vuelta.

 

 

Por Fabian