Miércoles, 4 de diciembre de 2024
En diálogo con el periodista, el expiloto repasó su rivalidad con el brasileño y reveló los motivos que le impidieron llegar a la Fórmula 1 en la década del 80. “Ser argentino en la cuna del automovilismo era imposible”, aseguró.
Hace algunos días, se lanzó Senna, una miniserie que habla sobre la vida del piloto brasileño que dejó una huella en el automovilismo durante las décadas del 80 y 90. En seis capítulos, repasa los momentos más destacados de su carrera llena de títulos, emociones y desafíos dentro y fuera de las pistas. Una de las figuras que forma parte del relato es Enrique “Quique” Mansilla, el argentino más odiado por el protagonista.
En diálogo con el periodista, Mansilla reveló detalles de la rivalidad que marcó una etapa crucial en la trayectoria de Ayrton Senna. También contó los motivos que le impidieron llegar a la Fórmula 1 y dio su opinión sobre la actualidad de Franco Colapinto.
“Quique” comenzó su carrera en el mundo del automovilismo en 1980 en Inglaterra: “Gané muchas carreras: de 30 terminé en el top 10 el 75%. Eso me llevó a ser contratado por la fábrica oficial Van Diemen (uno de los fabricantes de autos) y en 1981 fue donde me crucé con Senna como compañero de equipo”.
“Con Ayrton gané y perdí. Yo salí campeón de uno de los campeonatos y Ayrton gano el otro. También nos juntamos en un mini campeonato qué él ganó por sobre mí”, explicó Mansilla a el periodista.
Y aseguró: “Los comienzos con Ayrton fueron complicados por su estilo de manejo traído del karting”
“Para la época era un adelantado. Sin embargo, era tan peleada la cosa que el propietario nos separó para representar a la marca en distintos campeonatos. Quería cesar nuestras peleas en la pista y las fuertes discusiones después de cada carrera”, reveló el hombre que es nombrado en la miniserie Senna, lanzada por Netflix.
El último duelo con Ayrton Senna: una rivalidad marcada por el talento
“Quique” Mansilla habló sobre su relación y rivalidad con Ayrton Senna, y destacó un episodio que ocurrió en el autódromo de Mallory Park, en Reino Unido. “Nuestro último acto juntos fue allí, donde gané y Ayrton perdió. Se enojó y mostró lo que más adelante en su carrera dejó bien claro: ganaba o ganaba”, expresó.
Pero a pesar de las tensiones en la pista, “Quique” reconoció que el brasileño fue un gran compañero de equipo, aunque con un carácter fuerte y competitivo. “Era muy cabrón. Aprendí de él muchas tácticas y cómo manejar situaciones extremas, algo que definió su estilo y también el mío”, agregó.
Aunque destacó su propio talento, se lamentó de las barreras que enfrentó por ser argentino en un contexto político y social adverso. “Él tenía mucha experiencia, yo casi nada. Yo era puro talento, pero no lo pude ejercer en ese preciso momento por ser argentino. Duele decirlo aún hoy. La guerra (de Malvinas, 1982) fue una causa justa, pero en manos de gente sin norte”, añadió.
De la escuela de pilotos a la Fórmula Ford: la historia de “Quique” Mansilla en el automovilismo
“Quique” Mansilla nació el 14 de febrero de 1958 en Buenos Aires. Su amor por el automovilismo surgió durante el servicio militar. “Observé una publicidad de Jorge Omar Del Río, una escuela de pilotos, donde decía que los mejores alumnos serían incluidos en su escudería de Fórmula 4″, comenzó.
Y añadió: “A sabiendas de que los costos para poder hacer un campeonato estaban fuera de mi alcance, la opción de tomar clases en la escuela y probar suerte era muy tentador. Así que incursioné en la escuela y una acción llevo a otra”.
En 1978, se le presentó a Quique una oportunidad aún mayor: “Ese mismo año se armó un certamen ofreciendo una beca de cigarrillos 43/70 para participar de otra escuela en Inglaterra, la Jim Russell Racing School. Fui el afortunado ganador de ese certamen a fines del 78, llevándome a comienzos de 1979 a mi primer viaje a Inglaterra”.
“Allí no decepcioné, gané en todas las áreas. Tuve una participación en un World Scholarship de todos los alumnos de todas las escuelas internacionales que poseía Jim Russell, fue dentro de la misma escuela a fin de 1979. Nuevamente, gané todo, permitiéndome ser parte del equipo que poseía Jim Russell en la Fórmula Ford”, explicó el expiloto argentino.
En 1981, Mansilla pasó al “mejor equipo de la Fórmula 3, el WSR”, liderado por Dick Bennets. “Me tomó como piloto ese año, fue complicado dado que se desató la guerra de Malvinas, se complicó el patrocinio y sufrí por lo que sucedía en el Atlántico Sur”.
“En ese momento, ser argentino en la cuna del automovilismo era imposible. Auto y sponsor inglés, piloto argentino, no. Fue una mala suerte para mí”, lamentó.
“Quique” Mansilla reveló detalles de los meses que estuvo como rehén en África
El expiloto argentino compartió detalles sobre los seis meses que estuvo como rehén en África. “Sucedió de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado”, sostuvo. De acuerdo a su relato, había ido a “trabajar a Liberia en el oro y los diamantes”.
“Fue muy desafortunado llegar en ese momento porque se desató un golpe de Estado que derivó en una guerra. Uno de los líderes, con el fin de parar las masacres, decidió tomar como rehenes a los pocos occidentales que quedábamos en el Hotel África”, relató.
Y detalló cuánto tiempo estuvo cautivo. “En ese hotel vivían estadounidenses, alemanes, belgas, franceses, árabes y empresarios locales. Nos tuvieron seis meses presos para negociar con los gobiernos para parar la guerra”.
En Liberia entró en aquel tiempo una fuerza llamada “ECOWAS”, que paró el desmadre. Así lo recordó Mansilla: “Nos soltaron, éramos 12 en total”.
La opinión de “Quique” Mansilla sobre Franco Colapinto en la Fórmula 1
Enrique Mansilla se refirió a Franco como una de las grandes promesas del automovilismo argentino. “Colapinto se merece todo y está destinado a estar ahí. Tarde o temprano, ya hizo su marca”, afirmó el expiloto y destacó el talento y las capacidades del joven de 21 años.
“Ahora es responsabilidad de los actores que lo manejan, que son 20 puntos. Esperemos que nuestro país, en la forma que sea, lo apoye. Si sos interesante para alguien o algo, te incluyen. Paciencia, todo llega o simplemente no. La vida continua”, concluyó Mansilla, basado -tal vez- en su propia experiencia.