Jueves, 28 de Noviembre 2024
Un dispositivo indoloro para calmar los nervios llamado Estimulación Nerviosa Eléctrica Transcutánea (TENS, por sus siglas en inglés) se ha utilizado durante mucho tiempo para aliviar la artritis, el dolor de espalda y otras dolencias.
Ahora, los investigadores dicen que el TENS también podría funcionar para aliviar la fatiga y el dolor que pueden venir con el COVID prolongado.
«Este sistema TENS portátil ofreció un alivio inmediato y a demanda del dolor y la fatiga, lo que facilita su integración en las actividades diarias», señaló el coautor principal del estudio, Bijan Najafi. Es director de investigación del Centro de Tecnología Quirúrgica e Intervencionista Avanzada de UCLA Health.
Los resultados del pequeño estudio de su equipo se publicaron recientemente en Nature Scientific Reports.
Ahora se cree que el COVID prolongado afecta a 1 de cada 13 adultos de EE. UU., según la información de respaldo del estudio. La fatiga, el dolor y la debilidad muscular se encuentran entre sus innumerables síntomas posibles.
Los dispositivos TENS portátiles funcionan administrando dosis de corriente eléctrica de baja potencia a los nervios.
En el nuevo estudio participaron 25 personas diagnosticadas con dolor musculoesquelético crónico, fatiga y dificultades para caminar relacionados con wl COVID prolongado. Se les asignó al azar para usar un dispositivo TENS de alta dosis que funcionara o un dispositivo «placebo» que solo emitía dosis muy bajas de corriente.
Todos usaron los dispositivos de tres a cinco horas por día durante un mes.
Se encontró un beneficio de TENS: las personas que usaron el dispositivo real experimentaron una reducción promedio de más del 26 por ciento en el dolor, en comparación con las que usaron el dispositivo placebo, reportó el grupo de Najafi. También tuvieron una mejora promedio del 8% en su capacidad para caminar.
En general, poco más del 71 por ciento de las personas que usaron el dispositivo TENS real pensaron que habían notado un beneficio para la salud, frente al 61.4 por ciento de las que usaron el dispositivo placebo.
Una gran ventaja fue que la mayoría de los participantes encontraron que la tecnología era fácil de usar, por lo que las tasas de cumplimiento fueron altas, anotaron los investigadores.
Aun así, «el tamaño de nuestra muestra fue limitado, por lo que se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos», enfatizó Najafi.
Los dispositivos también podrían ayudar a otros tipos de pacientes, añadió.
«Aunque este estudio se enfocó en gestionar el dolor y la fatiga provocados por el COVID prolongado, también podría tener aplicaciones potenciales para abordar síntomas similares en individuos con otras enfermedades respiratorias, aquellos que han experimentado estancias prolongadas en la UCI y han desarrollado debilidades tras la hospitalización, y afecciones que implican fatiga y dolor crónicos, como la fibromialgia o los efectos secundarios relacionados con la quimioterapia», anotó Najafi en un comunicado de prensa de la UCLA. «Pero se necesitan más estudios para confirmar estos usos potenciales».
El estudio fue financiado en gran parte por la Fundación Nacional de Ciencias, y el dispositivo Quell TENS fue suministrado gratuitamente a los investigadores por su fabricante, Neurometrix Inc.
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