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¿Conoces la dieta MIND? Podría mantenerte alerta con la edad

Sep 20, 2024

Viernes, 20 de Septiembre 2024

Se llama dieta MIND, y su objetivo principal es ayudar a protegerse contra los declives del pensamiento y la memoria a medida que se envejece. Pero, ¿funciona?

Sí, afirma una nueva investigación que encontró que seguir la dieta MIND durante 10 años produjo una disminución pequeña pero significativa en el riesgo de desarrollar problemas de pensamiento, memoria y concentración.

«Dado que el número de personas con demencia aumenta con el envejecimiento de la población, es fundamental encontrar cambios que podamos hacer para retrasar o ralentizar el desarrollo de los problemas cognitivos», señaló en un comunicado de prensa sobre el estudio el autor principal del estudio, el Dr. Russell Sawyer, profesor asistente de neurología clínica y medicina de rehabilitación del Instituto de Neurociencia Gardner de la Universidad de Cincinnati. «Estábamos especialmente interesados en ver si la dieta afecta el riesgo de deterioro cognitivo tanto en los participantes negros como en los blancos del estudio».

¿Cómo hace la dieta su magia?

La dieta MIND (Mediterranean-DASH Intervention for Neurodegenerative Delay) une elementos de la dieta mediterránea y la dieta DASH, que se centra en la reducción de la presión arterial.

«Entre los componentes de la dieta MIND hay 10 grupos de alimentos saludables para el cerebro: verduras de hoja verde, otras verduras, nueces, bayas, frijoles, granos integrales, mariscos, aves, aceite de oliva y vino», dijo Sawyer a CNN.

Mientras tanto, cinco grupos de alimentos malsanos (las carnes rojas, la mantequilla y la margarina en barra, el queso, las comidas fritas y rápidas, y los pasteles y dulces) están muy limitados en la dieta MIND, añadió Sawyer.

«La dieta MIND tiene todas las características clave, en particular un énfasis en los alimentos reales, principalmente plantas, necesarias para reducir la inflamación sistémica, facilitar la pérdida de peso, mejorar la salud del microbioma, mejorar la resistencia a la insulina, reducir los lípidos [grasas] en sangre elevados y ralentizar la aterogénesis [obstrucción de las arterias]», dijo el Dr. David Katz, especialista en medicina preventiva y estilo de vida que fundó la organización sin fines de lucro True Health Initiative. dijo a CNN.

«El hecho de que tales efectos se traduzcan en la protección del cerebro es cualquier cosa menos una sorpresa», añadió Katz. «Este estudio de la asociación no prueba, por sí solo, que la dieta MIND proteja la salud cognitiva, pero dados los claros mecanismos en juego, ciertamente sugiere que lo hace».

La investigación, publicada el miércoles en la revista Neurology, es parte de un estudio en curso llamado REGARDS (Razones para las diferencias geográficas y raciales en el accidente cerebrovascular). Patrocinado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), REGARDS está analizando por qué las personas sudamericanas y afroamericanas tienen un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, y ha estado siguiendo a unos 30,000 adultos de 45 años o más desde 2003.

De las más de 14,000 personas que participaron en el estudio, el 70 por ciento eran blancas y el 30 por ciento eran negras. Al comienzo del estudio, y de nuevo una década después, se preguntó a los participantes sobre su ingesta dietética y se les sometió a electrocardiogramas, mediciones de la presión arterial y análisis de sangre.

A continuación, los investigadores puntuaron las dietas en función de una mayor adherencia a los parámetros de la dieta MIND.

¿Qué descubrieron los investigadores?

Las personas que seguían la dieta MIND más de cerca tenían un 4 por ciento menos de probabilidades de desarrollar problemas de memoria y pensamiento que las que no la seguían, encontró el estudio. El hallazgo se mantuvo incluso después de tener en cuenta el ejercicio, la educación, el tabaquismo, el índice de masa corporal, las afecciones médicas, la edad y la ansiedad o la depresión.

Para las mujeres, el riesgo se redujo incluso más: tenían un 6 por ciento menos de probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo.

«Estos hallazgos ameritan más estudios, sobre todo para examinar estos impactos variables entre los hombres y las mujeres, y entre las personas negras y blancas, pero es emocionante considerar que las personas podrían hacer algunos cambios simples en su dieta y potencialmente reducir o retrasar su riesgo de problemas cognitivos», planteó Sawyer en un comunicado de prensa de la revista.

FUENTE: Neurology, comunicado de prensa, 18 de septiembre de 2024; CNN

Por Fabian