Viernes, 31 mayo 2024
Lo aseguró una funcionaria de la cancillería israelí que asesoró a Estados Unidos con el traslado de su embajada. Es una promesa de Javier Milei, que encuentra límites legales y diplomáticos.
El presidente, Javier Milei, se reunió con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu durante su visita a aquel país.
Pese a las resistencias, dudas internas y limitaciones legales, cada vez que se le presenta la ocasión, Javier Milei repite una de las promesas más fuertes que hizo en materia de política exterior desde que asumió la presidencia: la Argentina mudará su embajada de Tel Aviv a Jerusalén como claro gesto de respaldo hacia Israel.
Jerusalén es un lugar sagrado para las tres religiones monoteístas (católicos, judíos y musulmanes) y las Naciones Unidas le otorgó un status especial en 1948 al considerarla una “ciudad internacional” dividida en dos partes: una occidental, de Israel, y otra oriental -donde se encuentra la Ciudad Vieja- de Palestina, que se convertiría en la capital de un eventual Estado palestino, según las resoluciones de la ONU.
A pesar de que, oficialmente, Israel designó a Jerusalén como su capital, son pocos los países que han decidido trasladar sus representaciones diplomáticas permanentes. La posición de la ONU y el vínculo con los países árabes han ejercido influencia para que eso no suceda. Estos fueron los mismos motivos por los que la Argentina nunca había planteado la posibilidad de realizar una mudanza.
La Ciudad Vieja de Jerusalen es un lugar sagrado para los católicos, judíos y musulmanes.
Javier Milei es un abierto aliado de Israel, muy cercano a la comunidad judía en la Argentina y busca seguir los pasos de otro de sus referentes, el expresidente norteamericano Donald Trump. El magnate sacudió las relaciones diplomáticas globales cuando en diciembre de 2017 anunció que Estados Unidos efectivizaría la mudanza de su embajada, bajo una ley que había sido sancionada previamente. El traslado se concretó en mayo de 2018.
“La embajada se va a mover”, la ayuda de Israel para concretar el anuncio de Milei
Israel quiere hacer uso del envión en la relación bilateral para lograr que la Argentina también traslade su embajada desde Tel Aviv. En momentos donde las críticas y la presión de la comunidad internacional crecen por la operación militar israelí en la Franja de Gaza, concretar este anuncio sería un fuerte triunfo diplomático para el estado judío.
“La embajada se va a mover, en el momento en que la Argentina diga que está lista, nosotros estamos listos, no es complicado”, asegura con confianza Fleur Hassan-Nahoum, ex vicealcaldesa de Jerusalén encargada de relaciones internacionales y actual oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores israelí, durante una entrevista con medios internacionales organizada por Fuente Latina.
La seguridad de la funcionaria reside, en primer lugar, en la experiencia que ella misma tiene en este proceso. Tal como describe, ayudó en la mudanza de la embajada de Estados Unidos, Guatemala, Honduras y Papua Nueva Guinea, los países que tienen su representación diplomática en Jerusalén.
Pero, por sobre todas las cosas, porque está ayudando directamente en la búsqueda de un edificio para trasladar la embajada argentina y asesorando en el proceso que envuelve a una decisión de estas características. “Estoy ayudando a buscarle piso al gobierno argentino”, soltó Fleur Hassan-Nahoum, quien se negó a aclarar si es un departamento o una casa. Desde Casa Rosada no confirmaron la información.
“Cuando Estados Unidos dijo que iba a mudar la embajada, muchos dijeron que iba a empezar una guerra con los palestinos… y, ¿qué pasó? Nada. Al revés, saben lo bueno que es tener una embajada donde se pueda hablar con las dos partes, con los judíos y con los árabes”, agregó con énfasis para tratar de despejar cualquier duda que se genere en torno a una represalia de los países que apoyan a Palestina.
El presidente Javier Milei repitió en distintas oportunidades que moverá la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén
Ante la consulta de este medio, la funcionaria aseguró que Israel no va a aportar dinero para el traslado ni “le va a pagar las rentas a la Argentina”, pero sí reconoció que podrían ofrecer “beneficios impositivos, beneficios del impuesto de propiedad”. La cuestión económica es central a la hora de poner en la balanza una mudanza de una sede diplomática.
Para concretar el traslado, Javier Milei debería modificar la ley 14.025 que se sancionó en 1951 durante el gobierno de Juan Domingo Perón, donde se aprobó el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países y se estableció que la embajada argentina debía estar en Tel Aviv, en línea con lo que hicieron gran parte de los países que también adhirieron a la resolución de la ONU mencionada anteriormente.
Más allá de lo discursivo y la intención del presidente argentino, llevar adelante esta modificación en un Congreso totalmente fragmentado por el debate de la Ley Bases, es muy difícil. Así lo hizo saber la propia canciller Diana Mondino en distintos momentos en los que se le consultó al respecto. Un decreto de necesidad y urgencia quedaría envuelto en polémica y no es un terreno que hoy quiera incursionar la Casa Rosada.
Con todo, Javier Milei seguirá mostrandose cerca de Israel, apoyándolo tanto ante organismos multilaterales como en privado, al tiempo que el gobierno israelí quiere aprovechar este relanzamiento de la relación bilateral para lograr uno de los máximos objetivos diplomáticos que se plantea en el exterior, el de trasladar la mayor cantidad de embajadas posibles a Jerusalén. La búsqueda de los edificios está activa, resta concretar una serie de condiciones que, al día de hoy, parecen estar lejanas.