Miercoles, 07 febrero 2024
Tenía 83 años. Estaba internado en el sanatorio Mitre de Buenos Aires. Hace menos de un año participó de la gala de la FIFA en la que recibió el premio como referente de «la mejor hinchada del mundo»
Carlos Pascual, más conocido como “El Tula”, murió este miércoles por la tarde en el Sanatorio La Trinidad Mitre del barrio porteño de Balvanera. El rosarino de 83 años había sido internado de urgencia el pasado 1 de febrero y permanecía en estado delicado.
El 22 de febrero de 2023, el Tula subió al escenario de la gala de la FIFA, en París, donde recibió el premio The Best a la mejor hinchada, en representación de los fanáticos de la selección argentina durante el Mundial ganado en Qatar.
A poco menos de un año de aquel momento, Tula falleció. Estaba internado en el sanatorio Mitre de Buenos Aires. Su estado era muy delicado y en coma inducido. La gravedad del cuadro empujó a que sus familiares pidieran una cadena de oración en pos de su recuperación.
El Tula estuvo presente en 13 mundiales de fútbol como hincha argentino: «Fui el primer bombo en la historia del mundo en 1974. El primer bombo que entró en un campeonato mundial soy yo. Hice reportajes para todo el mundo, salí en todos los diarios más famosos del mundo. Después de cuatro años, en el 78, todo el mundo copió mi bombo, todo el mundo tocaba el bombo. Imaginate el orgullo para mí, pero el primer bombo de la historia del mundo soy yo. El segundo fue Manolo, que murió hace poco pobrecito. Manolo el de España, era famoso», había contado.
Durante muchos años, integró una agrupación peronista llamada los “Bombos de Perón” y aseguraba que el mismísimo general le había regalado su instrumento y eterno compañero.
«Me lo regaló el General Juan Domingo Perón en el año 1971 Yo estaba obsesionado por conocerlo, pero no tenía un peso y se me ocurre pedir ayuda a través de la televisión para ir a España. En una nota dije que quería regalarle el bombo al general Perón en España y que los peronistas y no peronistas debían ayudarme. Debían firmar el bombo y con cada firma, darme algo de plata. Y con esa guita me fui. Viaje en un barco en tercera con el bombo repleto de firmas de hinchas de Central, jugadores, sindicatos…», aseguraba.
El ex presidente Perón estaba exiliado y vivía en España en Puerta de Hierro en Madrid: «Llegue a la casa, golpeé la puerta y me estaban esperando Perón y Rucci (dirigente sindical de la Unión Obrera Metalúrgica). Cuando lo vi al general se me aflojaron las piernas, quedé medio boludo y ahí Rucci le dice a Perón: «Este compañero es de la hinchada de Central, un peronista que hizo muchos sacrificios para conocerlo» Y el General me dice: «Yo tenía mentas suya, m’ijo..»».
Rosario Central, el club de sus amores
Fue hijo de un trabajador de Obras Sanitarias y de quien heredó su fanatismo por Rosario Central, el club de sus amores, y el club de su padre. Cuenta la leyenda que en la tribuna de Central fue donde se inició su pasión por el bombo: «Vivía a tres cuadras de la cancha. Un día simplemente notó que en la hinchada había una persona que había dejado de tocar el bombo. Entonces se ofreció voluntariamente porque le llamaba mucho la atención y se lo entregaron, es por eso que hoy es el Tula y su bombo», contó su nieto, Matías Borre, en la serie “La vida por la camiseta”.