Miercoles, 27 dicimbre 2023
El Tribunal Oral Federal 3 de Rosario lo consideró coautor del comercio de estupefacientes de una organización comandada por el peruano Rodríguez Granthon.
El ex titular de la Terminal Puerto Rosario recibió una pena de 7 años de cárcel, mientras que el jefe de la organización dedicada a la venta de droga terminó con una condena unificada a 21 años de prisión
El pasado 6 de diciembre los fiscales federales Federico Reynares Solari y Matías Scilabra habían solicitado ocho años de prisión como coautor del comercio de estupefacientes a Shanahan, ex presidente de Terminal Puerto Rosario. Dentro de la misma causa los fiscales pidieron la condena a 23 años de prisión a Rodríguez Granthon, un comerciante peruano afincado en Rosario que tiene licencia como piloto de aviación civil y que ya fue sentenciado en dos ocasiones por narcotráfico.
Shanahan, de lentes, escuchando el veredicto.
El jefe narco Julio Andrés Rodríguez Granthon sumó su tercera condena por narcotráfico. Este miércoles al mediodía, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 3 le dio 10 años de cárcel y unificó la pena en un total de 21 años de prisión. Los jueces Osvaldo Facciano, Mario Gambacorta y Eugenio Martínez Ferrero también le dieron 7 años de prisión al financista Gustavo Shanahan, ex titular de la Terminal Puerto Rosario, por haberle vendido dólares a la estructura que se dedica a la venta de droga en la zona de Villa Banana.
Julio Andrés Rodríguez Granthon
En la resolución, también fue condenado Alfonso Sebastián Sciortino a 6 años de cárcel, a Gustavo Báez Aguilar y Juan Román González el monto de 3 años de prisión de ejecución condicional –quienes inmediatamente recuperaron la libertad, pero deberán cumplir reglas de conducta–. En tanto, resultó absuelto Néstor Alfredo Ciotti.
El fallo marca una bisagra y siente jurisprudencia, ya que Shanahan estaba sospechado de proveer de dólares a la banda, que necesitaba esas divisas tanto para lavar dinero como para comprar la cocaína que necesitaba para abastecer sus búnkeres de la zona oeste. En escuchas telefónicas ventiladas en el derrotero de la investigación, Facundo Pérez –la mano derecha del líder narco que recién fue arrestado en julio de este año– le comentó a Rodríguez Granthon que en la financiera del ex titular del puerto de Rosario le hacían un “recargo” del 2 por ciento por encima de la cotización del día del dólar blue.
Las conversaciones entre Granthon y su lugarteniente Pérez sugiere un dolo, un conocimiento previo de las personas de la financiera en operar con personas cuyo dinero puede haber sido obtenido de manera mal habida.
Entre las evidencias que conectaron a la banda con Shanahan están las filmaciones de integrantes de la organización con mochilas y bolsos que acudían a la financiera situada en España al 800. También a otra de Ovidio Lagos al 400 que era regenteada por Marcos Díaz, actualmente prófugo. Casualmente, uno de los bolsos filmados fue encontrado en la oficina de Shanahan durante los procedimientos de la División Antidrogas de la Policía Federal de Rosario. Una característica curiosa: estaba cargado de dinero en efectivo en billetes de baja denominación, que supone que era la recaudación de un búnker.
La investigación que llevó a juicio a Shanahan y Rodríguez Granthon se inició a fines de abril de 2021. El caso surgió luego de que se supiera que había un grupo concretando venta de estupefacientes en un domicilio de calle Valparaíso al 2700 en Villa Banana. Allí residirían Facundo Pérez y Ubaldo Pérez, quienes serían encargados de reponer varios puntos de venta en Villa Banana dirigidos por una persona de nacionalidad peruana que “movía kilos de drogas» en la ciudad.
Posteriormente, según alegó el fiscal Reynares, las tareas investigativas y el resultado de las escuchas telefónicas corroboraron lo denunciado y apareció en escena Rodríguez Granthon cometiendo actividades ilícitas desde su lugar de detención, comunicándose vía telefónica con su principal ladero, Facundo Pérez, donde hacían referencia al estupefaciente, utilizando códigos entre ellos, como “Sprite”, “Coca” y “Manaos”.
Como novedad en este caso, continuó el fiscal, pudo verse claramente expuesto el rol esencial que cumplen las cuevas financieras ilegales dentro del comercio de estupefacientes. Específicamente, en esta causa, destacaba la importancia de una de ellas, ubicada en España al 800 que era comandada por el financista y contador público Gustavo Shanahan.
Los eslabones necesarios del aspecto financiero de esta organización narcocriminal se encontraban, según sostuvo el fiscal, constituidos por Gustavo Pedro Shanahan, Marcos Julián Díaz (prófugo) y Juan Román González, quienes inyectaban los dólares necesarios para la adquisición de material estupefaciente.
En un primer momento, el recluso refirió a las comunicaciones telefónicas que figuran de él en la causa, donde habla con un presunto ladero de hacer operaciones con dólares en la cueva de Shanahan con un recargo de un 2 por ciento. Si bien para el Ministerio Público Fiscal ese porcentaje adicional sería porque desde la financiera conocían la procedencia sucia del dinero, Rodríguez Granthon explicó que ese plus se pagaba porque en el intercambio él entregaba cheques «a 45 días».
“¿De qué operación aparecían esos cheques?”, repreguntó el fiscal de juicio Federico Reynares Solari. “Eso sería materia de investigación de ustedes. No eran billetes. Lo dejo a tu criterio”, fue la respuesta locuaz de Granthon, a lo que el fiscal ironizó: «Como Karina Jelinek, lo dejás a mi criterio».
El jefe narco, en paralelo, afronta un juicio provincial por estar imputado por haber participado en el plan por el que mataron el 14 de julio de 2020 al ex concejal Eduardo Trasante en su domicilio de San Nicolás al 3600.