Domingo, 03 diciembre 2023
La vicepresidenta cree que es la única que puede liderar al peronismo que sigue aturdido por la derrota. En la última semana, ensayó tres jugadas contra los libertarios y asoma para posicionarse el frente de la oposición.
Cada día que pasa hacia la asunción de la Presidencia se convierte en un dolor de cabeza menos para Javier Milei. El líder libertario no imaginó que iba a enfrentar fuego amigo en el armado del gabinete nacional.
En realidad, no debe sorprender que haya recurrido a aliados circunstanciales para buscar entre su gente candidatos a ministros o secretarios de Estado. La inexperiencia de La Libertad Avanza así lo requería.
En todo caso, llamó la atención algunos nombres que desembarcarán en el gobierno con Milei y la influencia que tuvieron en esas decisiones Mauricio Macri, Patricia Bullrich y hasta Cristina Kirchner.
Entre las sorpresas está la llegada del menemismo al gobierno libertario. Ya había dado Milei algunas pinceladas, previas a las elecciones, con la aparición de Roque Fernández y Carlos Rodríguez en el área económica.
Pero Milei demostró que está dispuesto a desafiar cualquier límite a la imaginación. Llevará a Rodolfo Barra como Procurador del Tesoro. Será el jefe de los abogados que defenderán al Estado Nacional.
Barra fue una de las principales espadas del entonces presidente Carlos Menem frente al Poder Judicial. Integró la Corte Suprema y fue ministro de Justicia hasta el momento en que la Revista Noticias publicó una foto de su juventud, como militante de la organización ultraderechista y filonazi Tacuara. El saludo de Barra con el brazo en alto hablaba por si solo.
El Foro Argentino Contra el Antisemitismo rechazó esa designación y la DAIA, que en su momento recibió un pedido de disculpas de parte de Barra -”Si fui nazi me arrepiento”-, dijo que estará presente “para asegurar su apego a la ley”.
Milei decidió no dar ni un paso atrás con Barra. Es más, buscó en la familia Menem al presidente de la Cámara de Diputados para zanjar la disputa entre el peronista Florencio Randazzo y el macrista Cristian Ritondo.
Puede decirse también que Milei quedó preso de una jugada de Cristina Kirchner. Lejos de retirarse o de quedar afectada en demasía por la dura caída electoral, la vicepresidenta asoma de nuevo para posicionarse el frente de la resistencia a Milei.
Cree que es la única que puede mandar al kirchnerismo/peronismo que se muestra aturdido por la derrota. Ya lo había demostrado cuando salió a criticar los dichos del presidente electo sobre la “estanflación” que se viene en la Argentina.
Y le anticipó la jugada de Unión por la Patria en el Congreso, cuando advirtió que el titular de la Cámara de Diputados y el presidente provisional del Senado debían ser de La Libertad Avanza y no de sus aliados. En otras palabras, que UxP no le iba a dar los votos.
Cristina Kirchner tiene un profundo rechazo por la figura de Florencio Randazzo (que es mutuo) y no soporta la idea de que Macri pueda poner a Ritondo al frente de Diputados.
Esta situación lo llevo a Milei a volcarse por Martín Menem, el sobrino de Carlos y el hijo de Eduardo Menem. No le importó la poca experiencia que pueda tener el libertario en el Congreso. Así se mueve Milei.
En la misma jugada cortó por lo sano las diferencias que tiene con Mauricio Macri y confirmó a Bullrich como su ministra de Seguridad. Siempre fue su mejor opción.
Esta disputa también dejó al descubierto el enfrentamiento entre Macri y Bullrich. Patricia nunca le perdonó la actitud del expresidente en el último tramo de la campaña. Cree que nunca ocultó su preferencia por Milei y que esto terminó por perjudicarla en las elecciones hasta dejarla en el tercer lugar.
En las redes sociales, Macri la felicitó, como a Luis Caputo por ir al ministerio de Economía, pero se preocupó en destacar que fue a título personal y no como parte de un acuerdo con el PRO.
No habrá cogobierno. Esto no lo quiere Milei. Pero queda en la nebulosa como será el apoyo que los diputados macristas den al paquete de leyes que mandará al Congreso en cuanto asuma la presidencia.
Tampoco los 10 gobernadores de Juntos por el Cambio quieren quedar atrapados en las jugadas de Macri ni tener responsabilidad alguna en las decisiones de gobierno. Tienen suficiente con tratar de recuperar los millones que empezaron a perder a raíz de distintas medidas de Sergio Massa que afectaron impuestos coparticipables.
Guillermo Francos, el futuro ministro del Interior, fue terminante al ponerle límites a Macri. Dijo que el apoyo electoral que le dio a Milei “no significa que haya comprado acciones del gobierno”.
Lo que no está claro aún es cómo hará Milei para poner en marcha todos los proyectos que tienen en mente. Por ahora, lo único claro es que plata, no hay.