Sabado, 06 mayo 2023
“123456789″, “password”, “11111111″ y “00000000″ son las claves más usadas en el mundo
Las contraseñas deben cumplir una serie de requisitos para ser efectivas y seguras. (Freepik)
En la actualidad, todas las plataformas que se utilizan diariamente cuentan con un acceso por medio de un correo o nombre de usuario y una contraseña. Aunque este elemento es crucial para la seguridad de la cuenta, muchas personas utilizan combinaciones predecibles e inseguras que ponen en riesgo sus datos personales.
Desde el año 2013, todos los primeros jueves de mayo se realiza el Día Mundial de la Contraseña, con el que se busca fomentar los buenos hábitos de ciberseguridad que ayuden a elaborar mejores claves de acceso a cuentas personales y además, señalar la importancia de la seguridad al momento de establecer una nueva.
Claves como “password”, “123456789″, “11111111″, “00000000″ son extremadamente inseguras no solo porque son comunes sino porque son demasiado obvias como para ofrecer algún nivel de seguridad.
Estas son las primeras combinaciones que un sistema automático intentaría para forzar el acceso de un criminal a la cuenta.
Aunque para algunos usuarios sean útiles pues son más fáciles de recordar, lo cierto es que se renuncia a la seguridad solo por comodidad al utilizar estas combinaciones, algo que pone en riesgo los datos que puede almacenar una cuenta, sobre todo si esta ha estado activa por varios meses e incluso años.
La clave siempre debe ser diferente para cada plataforma, aplicación y red social.
Para crear una contraseña adecuada, que sea segura y además que pueda ser fácil de volver a introducir cuando sea necesario, los usuarios deben considerar estos consejos:
– Las contraseñas más complicadas de adivinar para los cibercriminales contienen letras mayúsculas, minúsculas, números y caracteres especiales (!”#$%&). Mientras más de estos elementos estén presentes, más tiempo le tomará a un software forzar el acceso a la cuenta.
– Es preferible que las contraseñas sean únicas para cada cuenta que tiene un usuario en lugar de utilizar exactamente la misma para todas los perfiles que le pertenecen. Esto hace que, en el supuesto caso de que un cibercriminal acceda a una cuenta, el resto permanezca segura.
En caso contrario, las cuentas empezarán a ser víctimas de hackeo una por una.
– Utilizar un gestor de contraseñas que se encargará de almacenarlas en su sistema (no en los servidores de la compañía de ciberseguridad) y completar automáticamente los campos necesarios cada vez que se necesite.
Un passkey vincula una cuenta y contraseña de usuario con el escaneo biométrico del rostro o la huella dactilar de una persona. (foto: Google)
– La autenticación en dos pasos es una opción clave para proteger una cuenta de posibles vulneraciones. De esta manera, aún si un cibercriminal logra obtener la contraseña de un perfil, cuando intente acceder desde un computador ajeno al usuario, el propio sistema de la plataforma pedirá que se confirme ese inicio de sesión usualmente vinculado a un número de teléfono o a una aplicación de autenticación de identidad.
– En iPhone hay un sistema denominado Passkeys, que vincula una contraseña con el escaneo del rostro del usuario por medio de la cámara del dispositivo o la lectura de una huella dactilar. Es así como no será necesario que se inicie sesión escribiendo una contraseña, sino que esta aparecerá automáticamente en el campo si es que se ha gestionado este recurso correctamente.