Viernes, 31 marzo 2023
Por qué el ex entrenador de la selección mexicana decidió no firmar en el Xeneize
El Tata, fuera del alcance de Boca Juniors (REUTERS/Gareth Bumstead)
Gerardo Martino cortó con todo el optimismo que reinaba en Boca por su posible designación como nuevo entrenador tras la salida de Hugo Ibarra. El Tata era, a priori, el DT con mayor consenso no solamente entre los integrantes del Consejo de Fútbol y la directiva xeneize en general, sino también el favorito de la mayoría de los hinchas. En Ezeiza confiaban en que la tentación de dirigir con el buzo azul y oro iba a ser grande y que el rosarino pondría la firma este mismo fin de semana para estrenarse por la Libertadores el jueves próximo (ante Monagas en Venezuela). Sin embargo, la negativa generó más incertidumbre en la Ribera.
De firmes convicciones e imperturbable ante la marea mediática boquense que se desató en las últimas horas tras la filtración de la noticia que lo erigía como candidato N° 1 del Consejo, Martino echó sobre la balanza una serie de razones que pesar más y por las que finalmente decidió dejar pasar nuevamente el tren que lo podría haber dejado en Brandsen 805. Cabe recordar que el Tata había sido sondeado por Boca en el pasado, pero nunca una negociación llegó a buen puerto.
No existió un cara a cara, sí comunicaciones telefónicas. Y fueron varios los motivos por los que el ex selección argentina y Barcelona desistió de embarcarse en el desafío propuesto por Juan Román Riquelme, al que siempre admiró como futbolista y persona, y su Consejo de Fútbol, pero agradeció y deseó suerte en su búsqueda.
1. EL IMPACTO MEDIÁTICO QUE GENERÓ
Desde que en la tarde noche del martes pasado Mauricio Serna oficializó la salida de Hugo Ibarra como entrenador de Boca Juniors, los medios iniciaron la exploración de los posibles candidatos. Chicho fue hermético y evitó dar detalles de los nombres que tenía en la lista el Consejo de Fútbol. Sin embargo, el de Gerardo Martino tomó fuerza en pocos minutos y se confirmó que era el elegido de Juan Román Riquelme y compañía. Algunos periodistas y curiosos se acercaron hasta la puerta de su casa en Rosario, otros aseguraron que miembros del Consejo habían viajado a la ciudad santafesina para reunirse con él (algo que no ocurrió) y finalmente muchos cronistas informaron en redes sociales que había un preacuerdo. No es que el impacto mediático haya espantado a Martino, experimentado en estas cuestiones tras haber dirigido a México, Argentina y Barcelona, por caso, pero sí desalentaron su idea de tomar las riendas del Xeneize.
2. EL DESGASTE QUE LE PRODUJO EL ÚLTIMO PASO POR MÉXICO
El Tata fue presentado como nuevo DT de México a principios de 2019. Es decir que atravesó todo tipo de cuestionamientos a lo largo de cuatro años (con la pandemia del coronavirus en medio). El rosarino dirigió 66 partidos, ganó 42, empató 12 y perdió 12. Alzó la Copa de Oro en 2019 (dos años más tarde perdió la final contra Estados Unidos) y compartió el primer puesto de la tabla de Eliminatorias de la Concacaf rumbo a Qatar 2022 junto a Canadá. La marginación de algunos referentes históricos por indisciplina, algunos niveles discretos del equipo y una serie de malos resultados mantuvieron su cabeza en la guillotina. Mucho tiempo antes de viajar a Doha sabía que no renovaría su vínculo aunque tuviera el mayor de los éxitos en la Copa Mundial. El arrastre de ese desgaste lo llevó a aferrarse a su círculo íntimo desde fines de 2022, donde se instaló en Rosario con la mente en blanco y sin necesidad de apurarse para tomar otro desafío.
3. LA CONFORMACIÓN DEL CUERPO TÉCNICO
El Tata venía de tener un extenso cuerpo técnico en México. Jorge Theiler, Norberto Scoponi y Sergio Giovagnoli fueron sus auxiliares tácticos, Juan Manuel Alfano y Rodolfo Paladini sus preparadores físicos, Gustavo Piñero su entrenador de arqueros, Gustavo Dezzotti y Damián Silvero se repartieron tareas de videoanálisis. En general, desde que el Consejo de Fútbol de Boca se hizo cargo del fútbol del club, no existieron cuerpos técnicos tan numerosos. Y este punto podía llegar a representar un cortocircuito entre las partes. En el Xeneize confían ciegamente en algunos componentes que siempre se mantuvieron independientemente del entrenador de turno y no estaba claro que Martino fuera a negociar eso.
4. SU IDEA DE DIRIGIR EN EL EXTERIOR
El presidente de Independiente, Fabián Doman, en plena búsqueda de un sustituto de Leandro Stillitano, confirmó que se contactó con Gerardo Martino hace algunas semanas para ver si existía la chance de que se calzara el buzo de DT del Rojo y reveló su respuesta: “No quiere dirigir en el país”. Para el Tata era prioritario instalarse en Rosario en situación de relax, al menos por un tiempo, sabiendo que el puesto de entrenador de Newell’s está bien cubierton por Gabriel Heinze, que tiene un proyecto a mediano y largo plazo. Es probable que a partir de junio escuche ofertas desde afuera y casi imposible que alguien logre convencerlo para que dirija en Argentina.
5. EL TRATO SEMANAL CON EL CONSEJO DE FÚTBOL
Está instalado que el Consejo tiene llegada directa a cada entrenador de Boca. Las reuniones semanales -y en algunas situaciones diarias- entre los miembros del CDF y el DT de turno son naturales para algunos y cuestionables para otros. Leandro Gracián manifestó ayer que Riquelme jamás se metió en el vestuario, recinto que es considerado sagrado para un cuerpo técnico y plantel. Y de más está decir que el Tata no iba a dejar entreabierta la puerta del vestidor si finalmente se hacía cargo del equipo. Sus conversaciones en privado con Román, por respeto, admiración recíproca y proyectos en común, iban a ser solamente eso. Como cuando Martino comparte mesa chica con sus mejores amigos y debaten de fútbol por horas. Eso, de movida, podía llegar a generar alguna inquietud en el rosarino y herir alguna susceptibilidad del otro lado.
6. SU SENTIDO DE PERTENENCIA POR NEWELL’S
No es que Martino tuviera exclusividad con la Lepra en Argentina, aunque en el pasado solamente había enfrentado una vez al cuadro de sus amores cuando fue DT de Colón de Santa Fe en 2005 (paradójicamente después de ese 1-1 en el Cementerio de los Elefantes, renunció). También dirigió a Almirante Brown de Arrecifes, Platense e Instituto de Córdoba, pero siempre en la B Nacional. Su carrera como técnico tomó notoriedad por sus campañas en Libertad y Cerro Porteño de Paraguay, las que lo catapultaron a la selección guaraní a la que clasificó al Mundial de Sudáfrica 2010 y logró el subcampeonato de Copa América en 2011. Antes de que Colombia designara a José Pekerman como nuevo seleccionador, el apuntado era Martino. Contó su entorno que su nuevo cuerpo técnico ya tenía todo listo para viajar a territorio colombiano, pero el llamado de un Newell’s que peleaba el descenso lo movilizó. El Tata dejó de lado varios millones de dólares de la federación colombiana para llegar al Rojinegro, con el que fue campeón en 2013, año en que eliminó a Boca de los cuartos de final de la Libertadores. Tras ese ciclo, se dio el gusto de dirigir al Barcelona, Atlanta United de la MLS y la selección mexicana. Todavía no volvió a experimentar en Argentina. El factor Newell’s también le juega en la cabeza.